Para este punto de la vida, sabemos que la inclusión de diversidad corporal es importante y necesaria. Sin embargo, con el renacimiento de la tendencia Y2K hemos visto como la propia representación ha comenzado a desvanecerse; sobre todo en el último mes de la moda, en donde vimos una cantidad notablemente menor de modelos plus size en los desfiles.
Hoy, hacemos un análisis de la situación y nos preguntamos en dónde radica la falta de inclusión de modelos de talla grande en la moda.
Después de un poco más de media década en la que las modelos plus size eran cada vez más comunes en las pasarelas, su ausencia en el pasado mes de la moda fue una fuente de conversación al margen de los desfiles y en las redes sociales.
Tras la conclusión de fashion week, la modelo plus size, Georgina Burke, mencionó que las marcas reservaron muy pocos lugares para modelos como ella, y que en dicha temporada, esas oportunidades fueron incluso más raras de lo habitual. Y lo cierto es que es una realidad.
De acuerdo con un análisis realizado por Vogue Business de 9137 looks en 219 desfiles (incluyendo Nueva York, Londres, Milán y París), solo 17 marcas incluyeron al menos un look de talla grande en el último mes de la moda. Eso significa que el 95,6 por ciento de los looks fueron usados por modelos de talle chica, mientras que solo el 3.8 por ciento fueron usados por modelos de talla mediana y grande.
ELLE Diccionario: Recordemos que de acuerdo con el tallaje universal, una talla chica va desde el 0 al 4, las tallas medianas desde el 6 al 12, mientras que las grandes son a partir del 14 en adelante.
La publicación también señaló que la mayoría de los shows más vistos tenían una mayor cantidad de modelos de tamaño mediano, con muy poca representación de tallas grandes. Por el contrario, las marcas con más modelos de talla grande en la pasarela fueron, en su mayoría, diseñadores emergentes.
Según con el mismo análisis, durante la semana de la moda en París tan solo Ester Manas y Nina Ricci llevaron modelos plus size. En Milán solamente Marco Rambaldi, GCDS y Dolce&Gabbana tuvieron representación; mientras que Nueva York vimos a Bach Mai, Christian Siriano, Collina Strada, Priscavera y Kim Shui. Por su parte, Londres fue la capital con más representación con Karoline Vitto, Sinéad O'Dwyer, Di Petsa, Patrick McDowell, SS Dley y Feben.
Por otro lado, marcas como Thome Browne (con Precious Lee en el desfile), Carolina Herrera, Coach y Prabal Gurung también incluyeron modelos de talla grande en sus respectivos shows.
Existen varias teorías. La primera radica en el auge del Y2K, el cual está recuperando los estándares de belleza corporales de la época dosmilera (modelos realmente delgadas y sin curvas). Otros piensan que es un síntoma de la influencia de las celebridades del momento y como estas buscan tener cuerpos más delgados (Kim Kardashian, por ejemplo).
Por otro lado, otros apuntan a causas más específicas de la industria, incluido un aumento en el casting de modelos de tamaño mediano que pueden haber ocurrido a expensas de los espacios que alguna vez se reservaron para modelos de tamaño grande.
El problema de la falta de representación es que puede hacer que parezca que la última década sobre positividad corporal nunca sucedió y frenar el movimiento al que tantas mujeres se sienten identificadas.
Por otro lado, encontramos también la falta de empleo para los modelos y la falta de producto para los de talla grande. Las pasarelas de la semana de la moda influyen en las campañas publicitarias, las alfombras rojas y las estrategias de comercialización minorista. Al final, la menor visibilidad de las modelos de tallas grandes puede derivar en una menor producción de moda de lujo, ya sea para celebridades o para compradores comunes.
