1. Encuentra lo que te gusta hacer
Nos negamos a aceptar que ningún tipo de ejercicio te gusta, siempre hay algo. Hay mil y un formas de integrar el movimiento a nuestras vidas; hay clases online, clases presenciales, secuencias en aplicaciones… Para facilitarte el proceso, te dejamos algunas sugerencias dependiendo de qué es lo que no te gusta del ejercicio:
- “Odio sentir que me va a explotar el corazón”: Empieza con ejercicio de baja intensidad, sal a caminar o haz yin yoga, poco a poco trabaja en crear resistencia ( aquí te dejamos los mejores consejos para lograrlo ).
- “Me aburro a los 5 minutos”: Prueba ejercicios variados que incluyan intervalos de alta intensidad como crossfit o clases de HIIT.
- "No tengo mucho tiempo": Necesitas clases explosivas de corta duración. HIT o drills que pongan a prueba tu resistencia (ya sea muscular o cardiaca) son una gran opción para aprovechar el tiempo. Salir a correr subidas y saltar la cuerda son dos opciones efectivas y sencillas.
- “Me falta fuerza”: Encuentra secuencias de yoga o haz ejercicios de fuerza (pero sin pesas) para ir construyendo y reforzando los músculos. Recuerda tomar las modificaciones, una vez las domines, eleva el movimiento. Mantener la forma es la prioridad.