Estados Unidos y China están más unidos que nunca; ¡por lo menos cuando se trata de moda! Los magnates del fast-fashion, Forever 21 y Shein, han anunciado que formarán una "asociación estratégica"; la cual trata sobre como el e-commerce chino adquirirá una participación de un tercio en Sparc Group, propietario de la marca californiana; mientras que Sparc Group, a su vez, pasará a ser accionista minoritario de Shein.
Shein y Forever 21, los gigantes del fast-fashion, serán socios
Según un comunicado de prensa conjunto, el acuerdo permitirá a cada uno de los minoristas probar nuevos enfoques de ventas. Por ejemplo, Shein busca ampliar su alcance en Estados Unidos, así como su presencia en venta directa; por lo que, a través de esta nueva asociación, podrá realizar pruebas piloto de ventas y devoluciones de su inventario en las tiendas de Forever 21 en todo el país.
Mientras tanto, Forever 21 pondrá a disposición productos selectos para comprar en la página oficial de Shein, lo cual le permitirá tener una base de consumidores internacional más amplia (más allá de sus más de 540 sucursales en el mundo).
Cabe mencionar que, debido a que Sparc Group continuará manejando la producción de Forever 21 y, ahora, estará vendiendo a Shein para su distribución en línea, la asociación hará que la marca estadounidense reduzca los precios aún más. Recordemos que la diferencia de precios entre ambas marcas es grande; una t-shirt blanca en Shein cuesta al rededor de $5 dólares, mientras que en Forever 21 cuesta más o menos $10 dólares.
A pesar de la constante controversia y los enfrentamientos con la ley, Shein afirma que su aplicación ha llegado a 150 millones de usuarios en línea y, en 2022, alcanzó 23 mil millones de dólares en ingresos. Por otra parte, los ingresos de Forever 21 ese mismo año alcanzaron un máximo de 4 mil millones de dólares, dos años después de ser rescatados de la quiebra por Sparc Group.
Ambas empresas también han enfrentado críticas por el impacto ambiental causado por su producción en masa, así como por las prácticas laborales de explotación para mantener los precios bajos.