El impredecible comportamiento y rápida propagación del coronavirus ha afectado a todas las industrias que han interrumpido sus operaciones, afectando al mundo a nivel económico y social. La industria de la moda se ha visto fuertemente golpeada por esta crisis, debido a su rígido calendario y frágil cadena productiva , que no fueron diseñados para ser flexibles. Las repentinas restricciones del gobierno ante la pandemia forzaron el cierre de la mayoría de las tiendas Saint Laurent , un acontecimiento sin precedentes que obligó a la compañía a tomar la drástica decisión de saltarse una temporada sin presentar en Paris Fashion Week SS21 y no seguirá ningún calendario preestablecido, marcando su propio ritmo este año.
Foto: Shutterstock, Saint Laurent FW20 Circunstancias poco convencionales llevan a tomar medidas poco convencionales, y para la moda, la única forma de adpatarse (y sobrevivir) a la crisis es romper las reglas, establecer nuevas y evolucionar. "Consciente de las circunstrancias y cambios radicales, ha decidido tomar control de su ritmo y remodelar su calendario", reveló la firma francesa.
Foto: Shutterstock, Saint Laurent FW20 Sin embargo, , la directora ejecutiva de Saint Laurent del conglomerado de lujo Kering , insinuó que la firma famosa por sus espectaculares desfiles frente a la Torre Eiffel, aún podría presentar un espectáculo en algún momento del año, pero sería algo más pequeño y en un formato más íntimo dirigido especialmente al cliente final de la colección. Pero Saint Laurent no es la primera (ni la última) firma en revelarse contra el calendario de la moda. Cansado del acelerado ritmo de la industria, el diseñador tunecino Azzedine Alaïa presentó su colección SS1988 dos meses después que los demás diseñadores y desde ese año, comenzó a presentar sus colecciones cuando estaban listas y no acorde al calendario.
Foto: GettyImages; Le Scaphandre et le Papillon, Azzedine Alaïa