No eres tú, es la pandemia y todo lo que se le ha juntado… Es normal que te sientas más estresado de lo normal, todos estamos igual. Lo más importante es sepas que no es obligatorio que te sientas así todo el tiempo y que hay varias cosas que puedes hacer para cambiarlo o al menos disminuirlo. ELLE CONSEJO: Si sientes que necesitas ir a terapia a hablar con alguien, hazlo. Tu salud mental es lo más importante.
Señales de que estás estresado
Es normal que el estrés se relacione con un sentimiento de agobio, pero en realidad hay muchas otras señales. Entre ellas la falta de concentración, problemas de sueño, mala memoria, ansiedad y en general un mood de bajón como si siempre estuvieras en Mercurio Retrógrado. También hay señales físicas como el dolor de cabeza, problemas de digestión (incluyendo nauseas), palpitaciones, tensión muscular e incluso condiciones en la piel como dermatitis.
Ahora lo bueno, ¿qué hacer?
Lo básico es minimizar tu exposición a las situaciones / cosas / personas que te hacen sentir así. Mientras menos te expongas a los factores que te estresan, mejor (¿dónde está nuestro premio Nobel por esta recomendación jajaja). Es evidente que no siempre va a ser posible, especialmente si son cosas como tú trabajo o familia. Pero no te preocupes, hay ciertos hábitos y rutinas que puedes adoptar para ayudarte. Te los contamos.
1. Muévete
Hacer ejercicio te ayudará a liberar serotonina, la hormona de la felicidad que inhibe el cortisol, la hormona del estrés. Si no te sientes con ganas de ir a correr o hacer un workout intenso, apuesta por integrar el movimiento de una forma más tranquila, sal a correr o haz un poco de yoga.
2. ME-DI-TA
Baja Headspace o Calm y medita un poco. Integrar estos momento de mindfulness a tu rutina te ayudará a aliviar la sensación de estrés. Hazlo durante 5 o 10 minutos al día, idealmente cuando te despiertes para empezar bien el día.
3. Inhala, exhala, inhala…
Practicar respiraciones es una gran forma de calmarte al instante. Aprender a respirar suena medio raro, pero en serio es una gran práctica que puedes desarrollar con ayuda de ciertas APPs como Stop, Breathe & Think y iBreathe. Si no quieres ayuda de la tecnología, prueba la respiración 4:7:8; inhala durante cuatro segundos, mantén el aire durante siete segundos, exhala durante ocho segundos y vuelve a repetir.
4. Escríbelo todo
El journaling, a.k.a escribirlo todo como si fueras Lara Jean de To All The Boys, ayuda a que puedas desahogarte y a que te acuerdas de las cosas buenas, no solo las malas. Escoge una libreta bonita y utilízala para escribir sobre cosas que agradeces y cosas positivas en tu vida. Poco a poco irás reconociendo que, sin importar tu estrés, tu vida es muy especial.
5. Haz cosas que te hacen feliz
Si te empiezas a sentir muy estresada, pausa lo que estás haciendo y date un descanso para hacer cosas que te hacen feliz. Ya sea escuchar música, pasear con tu perro, salir a respirar aire fresco y caminar un poco, cocinar (si te gusta, claro), pinta o dibuja, encuentra una buena distracción como un libro o una película, platica con tus amigos… Lo que sea que te hace realmente feliz te va a ayudar a contrarrestar el estrés.