Soy una auténtica fanática del cine y la televisión; no por nada, siempre te estoy recomendando películas y series que s é que vas a amar. Sin embargo, tengo una confesión que hacer: también amo ver mis series favoritas una y otra vez. Platicándolo con el equipo de ELLE México, me dí cuenta que suelen hacer lo mismo; Carolina Álvarez, editora de belleza, ha repetido dieciocho veces Sabrina (la de Netflix), Jordi Linares, editor digital, se ha consolidado como el fanático #1 de Sex And The City luego de haberla visto sin parar unas cinco veces; mientras que yo, debo admitir, me sé de memoria The Vampire Diaries. Ahora, sé que no soy la única a la que le encanta consumir los mismos shows (o películas y libros); así que me pregunté, ¿por qué será que amamos ver de nuevo las series que más nos dan confort y satisfacción?
¿Por qué los millennials no pueden dejar de volver a ver sus shows favoritos?
Me di a la tarea de investigar y, de acuerdo con un estudio del 2012 publicado en Scientific American, la razón detrás de ello se resume a: porque conocemos los resultados. Ponte a pensar, si esta es la tercera vez que le das play a Gilmore Girls, no quieres saber con quién de sus tres novios se queda Rory (aunque, spoiler, no se queda con ninguno), ni a qué universidad decide irse. Sino que quieres volver a escuchar los chistes de Lorelai e identificarte con tu personaje favorito una vez más. En pocas palabras, buscas sentir el confort emocional que te da saber qué esperar.
Si quieres reírte, pones un capítulo de Friends (o de How I Met Your Mother, si eres del otro bando). Si quieres llorar, siempre podrás darle play a un capítulo de This Is Us. Si buscas algo más romántico, puedes volver a ver las primeras temporadas de Bridgerton.
¿Quieres un poco de ficción? The Walking Dead. O, incluso, si buscas algo más denso e intenso, volver a ver Game Of Thrones o Succesion siempre es buena opción. Pero, seamos honestos, ninguna de estas opciones te mantendrá al borde del asiento, pues ya sabes lo que va a pasar. Sabes lo que estás obteniendo y es algo seguro.
Desde luego, hay más razones; entre ellas, las referencias. Algunos shows se convierten en puntos de referencia compartidos entre amigos y generaciones.
Prácticamente, son íconos culturales que el público no puede dejar de citar. Sus frases se convierten en vocabulario cultural y volver a verlos puede ayudar a entender mejor otras cosas que hacen referencia a ellos. Por ejemplo, palabras como "McDreamy" de Grey's Anatomy o "We were on a break!" de Friends.
Sin duda, el acceso a ellas es otra razón importante. Por ejemplo, la llegada de tu show preferido a una plataforma de streaming específica (de hecho, esta es la razón por la cual Sex And The City volvió a ser una de las series más vistas cuando regresó a Netflix a principios de año) te permite volver a verla en cualquier momento que desees.
Incluso, para los más admiradores del cine y la televisión, volver a ver su serie favorita significa "verla a detalle". Volver a ver Gossip Girl puede ayudarte a ver cuántas veces Blair come sus macaroons favoritos o reconocer si hubo un error de vestuario. Sin duda, la razón más acertada para los más detallistas.
Por último, está la nostalgia. Volver a ver tu show preferido puede recordarte a ese momento que formó parte de tu desarrollo emocional y personal. Ver por quinta vez Sex And The City le permite a Jordi revivir el por qué se convirtió en periodista de moda; mientras que, a mi, volver a ver The Vampire Diaries me recuerda a aquellas noches de desvelo con mi mejor amiga viendo nuestra serie favorita.
Sea cual sea la razón para que vuelvas a ver tu serie, recuerda que no tiene nada de malo. Así que, este fin de semana de bajón, acomódate en tu sofá, ordena tu comida favorita y dale play a esa serie que te hace sentir en paz. *Guiño*