Antes que nada, hablemos de los beneficios
Se ve como la práctica más sencilla: te sientas, cierras los ojos y respiras. Pero los resultados y beneficios a corto plazo son impresionantes. Empezando porque te ayuda a relajarte profundamente, a disminuir el estrés y la ansiedad (esto lo hace al bajar los niveles de cortisol), a hacerte sentir que todo va a estar bien y mejorar la circulación de la sangre. En pocas palabras, te va a dar paz mental.
1. Agenda tus momentos de meditación
Encuentra entre 10 y 15 minutos en los que puedas estar sin interrupciones ni pendientes. Puede ser a la hora que sea, lo importante es que siempre puedas hacerlo a la misma hora y en el mismo lugar. La constancia te permitirá crear una rutina que, con la práctica, se convierte en un hábito.