El debut de Burberry por Daniel Lee intentó conquistar a la Gen Z

De por sí, las expectativas ya eran muy altas, y sumadas a una larga espera, el desfile arrancó con ansias de todos los espectadores. Los dos looks de apertura fueron abrigos de piloto de inspiración militar, conjugados con accesorios de faux fur que abrieron paso a un bloque morado que reinterpreta de forma monocromática el clásico tartán de Burberry conjugado con negro y un toque punk a la Vivienne Westwood .

En este mismo espíritu rebelde y de legado británico, Daniel Lee propuso playeras gráficas con la leyenda “The Winds of Change” al frente, “el cambio es inevitable” en las mangas, y guiños de flannel. Con una estética muy Raf Simons, el diseñador propuso full looks en amarillo sólido y en tartán, con una combinación complementaria con morado que dominó toda la colección.

La segunda mitad de la colección fue marcada por una serie de looks en azul cobalto con el clásico logo Prorsum de Burberry retomado por Daniel Lee, el cual fue plasmado en macro sobre ponchos y vestidos. El pato apareció como un nuevo animal en el universo creativo de la marca, intercalado entre estampados, en forma de gorro y en accesorios emplumados. Finalmente, la colección cerró con la rosa como motivo insignia en estampados damasco y playeras gráficas.