Chanel cambia el majestuoso Grand Palais por el íntimo club Castel para su show

Con una divertida cuenta regresiva con amigas y embajadoras de Chanel como Caroline de Maigret y Angèle , acompañado de una introducción en blanco y negro con una melodía casi celestial; las modelos hicieron de la rue Princesse su pasarela para después entrar juntas a Castel, subir por la escalera de caracol y atravesar una cortina de flecos para prepararse para el verdadero desfile.

La directora creativa de Chanel ama los contrastes: “Esta colección es una mezcla de dos influencias: el ambiente de las vacaciones de esquí, que me encanta, y una cierta idea del cool chic parisino, de la década de 1970 traída ahora. Antes de salir a la pista, las modelos dejaban en el guardarropa sus largos abrigos de tweed con destellos para revelar sensuales transparencias.

Inspirándose en la ropa deportiva invernal , Virginie Viard propone outerwear capitonado con botas esquimal de peluche bicolor, beanies con camelias, ugly sweaters de esquí, largos abrigos rectos de tweed espina de pescado conjugados sobre slip dresses brillantes, chaquetas sastre de faux-fur con minifaldas multicolor y varias capas de collares de perlas . Simplemente Chanel.