Debo confesarte que durante la cuarentena el mejor momento de mi día es sentarme a ver la serie Sex and the City (1998-2004) y solo escuchar la música del intro me pone de buen humor. Mientras veía un capítulo, no pude evitar preguntarme, ¿Cómo viviría este cuarteto el confinamiento en el 2020? Después de analizar a cada una, aquí están mis concusiones.
Carrie Bradshaw
Como buena escritora, Carrie pasa la mañana en su escritorio escribiendo su columna (que ahora es digital) y habla de nuevos fenómenos de relaciones, como ligar por aburrimiento, hacer 'ghosting' y tener sexo por Internet. Ya arregló su clóset tres veces, movió todos los muebles , cortó y regresó con Mr. Big y organiza cenas por videollamada con comida china.
Foto: Shutterstock; Sex and The City, Carrie Bradshaw (1998) Es seguro que Charlotte sería la más preparada para la cuarentena, con una despensa para sobrevivir meses, gran variedad de productos de limpieza y una infinidad de papel de baño . Ya creyó que le dio coronavirus dos veces y tiene pánico de que esté en el agua, toma tres cursos online y explora una faceta como artista abstracta para vender sus propias pinturas.
Foto: Shutterstock; Sex and The City, Charlotte York (1998) Al principio del encierro, Samantha pensaba que no sobreviviría sin hombres pero después de invitar al repartidor de comida a pasar a su departamento y arrepentirse, se dio cuenta que no los necesita, así que ahora compra juguetes sexuales por Internet entre descansos de 'home office' y ya casi no espía al vecino. Está aprendiendo relaciones públicas digitales.
Foto: Shutterstock; Sex and The City, Samantha Jones (1998) El mes pasado, Miranda sufrió un ataque de ansiedad y está deprimida, así que ahora esta viendo un psicólogo por videollamada y está convencida de que si dura más tiempo en el aislamiento se volverá asexual. Tiene miedo de morir sola en su departamento, así que ya revisó varias veces su testamento y seguro de vida y casa, y está viviendo de sus ahorros.
Foto: Shutterstock; Sex and The City, Miranda Hobbes (1998)