La Reina Isabel II murió el 8 de septiembre de 2022 a sus 96 años de edad. A la monarca británica le sobreviven sus cuatro hijos, ocho nietos y doce bisnietos, junto con su grupo de perritos a quienes, por años, consideró como parte de su familia. Tras su fallecimiento, el pueblo británico (y posiblemente el mundo entero) se pregunta, ¿qué pasará con los amados perritos ahora que la Reina ha fallecido? Estos son los planes que tiene la corona:
¿Qué pasará con los corgis de la Reina Isabel II?

No es un secreto que la Reina Isabel amaba a sus perritos (incluso hay una película animada, "The Queen's Corgi", que retrata su relación con ellos). La prueba de ello es que, a lo largo de siete décadas de reinado, la monarca fue dueña de más de 30 corgis y algunas otras razas.

Su primer cachorro fue un obsequio de su papá, el Rey Jorge VI, para sus 18 años; le llamó Susan y fue tan fuerte su vínculo que incluso, ¡la acompañó a su luna de miel! A partir de ahí, los corgis de la reina fueron considerados y tratados como parte de la realeza; desde su comida, que era preparada por los chefs reales, hasta acompañarla en giras internacionales.

Al momento de su fallecimiento, la Reina era dueña de dos corgis, Muick y Sandy, una dorgi (un curioso cruce de salchicha/corgi), llamada Candy, y una cocker spaniel que responde al nombre de Lissy. Esta última, fue un regalo del hermano de la Duquesa de Cambridge, James Middleton, a principios del año pasado.

Ahora que la Reina ha muerto, se especula sobre lo que podría pasar con su amado clan de perros y se dice que serán reubicados entre la familia real cercana. De hecho, la biógrafa real, Ingrid Seward, le dijo a Newsweek: "Me imagino que la familia cuidaría de los perros, probablemente Andrew (el hijo menor de la monarca) cuidará de los más jóvenes, los corgis y la dorgi".

En el caso de Lissy, la pequeña cocker spaniel, podría ser adopatada por el Duque y la Duquesa de Cambridge, especialmente porque a la pareja le gusta la raza. Sin embargo, otros piensan que la manada se quedará en el palacio de Buckingham junto con el Rey Carlos III y la Reina Consorte Camila, quienes también comparten el amor de la difunta monarca por los animales.