Una (mini) clase de ciencia
El ácido salicílico es un Beta Hidroxiácido (BHA) que trabaja como exfoliante químico para remover las células muertas de la piel. Se ha vuelto un ingrediente esencial dentro de las rutinas anti-acné por su capacidad de penetrar los poros y exfoliar de adentro hacia afuera.
Por qué funciona tan bien
Gracias a su poder exfoliante, este ácido trata las problemáticas sistemáticas que provocan el acné: los poros congestionados. Si no tienes poros congestionados, no tienes acné. Por eso, su uso constante (y prudente) resulta en una complexión luminosa, con textura suave y libre de imperfecciones. OJO: Si tienes piel sensible, es mejor que apuestes por el ácido mandélico, aquí te explicamos todo.
