Leer la sección de ingredientes de las etiquetas de los productos de cuidado de la piel es como leer jeroglíficos, al menos de que tengas una carrera en química y sepas descifrar compuestos complejos. Ahora, imáginate cómo aumenta el grado de dificultad cuando los abrevian, por ejemplo los AHAs y BHAs, dos ingredientes que a pesar de ser muy populares hoy en día, pocos saben qué son.
Si algunas vez has escuchado sobre los exfoliantes químicos, tal vez tengas una mejor idea de en qué consisten, pero si no, continúa leyendo.
Los dos exfolian, pero son diferentes en su función. Te explicamos:
AHAs: alfa-hidroxiácidos
Los AHAs son excelentes para todo tipo de piel, en particular aquellas sensibles o secas. Los más comunes son el ácido glicólico, láctico y cítrico, pero también está el mandélico, tratárico y málico. La manera en la que funcionan es disolviendo los enlaces que unen a la células muertas en la capa superior de la piel, eliminándolas y abriendo paso una piel nueva, suave y más uniforme. Son ideales para aquellos que quieren combatir los signos de la edad, cicatrices y manchas.
BHAs: beta-hidroxiácidos
A diferencias de los AHAs, los BHAs tienen la habilidad de penetrar el poro y exfoliar desde adentro, pues son solubles en aceite. Además, tienen propiedades antibacterianas y anti-inflamatorias, lo que los hace perfectos para pieles con tendencia la acné y puntos negros. El más conocido es el ácido salicílico y muchos productos anti-acné lo contienen.
*Ojo: es importante que cuando uses un producto con estos ingredientes apliques un protector solar con SPF de mínimo 30 todos los días, y re-aplicarlo por lo menos cada tres horas.