1. Toma agua justo al despertar
No quince ni treinta minutos después… Lo primero que tienes que hacer al despertar es tomarte un vaso de agua (después ya puedes checar tu Instagram, tus mensajes, lo que sea, no juzgamos). Es importante que empieces tu día con una buena dosis de hidratación porque pasaste toda la noche sin beber agua y esto suele resultar en deshidratación. También ayuda a preparar al sistema digestivo para el desayuno y darte energía. Puede ser agua sola al tiempo o tibia con limón, lo que prefieras :).
2. Toma agua entre las comidas
No te esperes a sentarte a comer para tomarte dos litros de agua, lo mejor que puedes hacer es tomar agua a lo largo del día, entre las comidas, y disminuir el consumo *durante* la comida. Esto facilita la digestión y hace que la hidratación sea más constante a lo largo del día.