De acuerdo con la Doctora Natalia Stolberg, especializada en acupuntura y medicina china, las propiedades energéticas y termales de las comidas y bebidas que tomamos influyen en la forma en la que nuestro cuerpo realiza la digestión. Cuando tomamos agua fría, obligamos a nuestro cuerpo a gastar una cantidad significativa de energía para calentarla. Y como el agua no tiene valor nutricional, no regresa la energía que gastamos. En pocas palabras, el agua fría desacelera el proceso de digestión y puede provocar la inflamación.
La solución más fácil del mundo…
Sí, es muy sencilla. La doctora Stolberg recomienda que optes por tomar agua a temperatura ambiente para que tu cuerpo pueda gastar y enfocar su energía en los alimentos. Si eres amante del agua fría, puedes ir turnando entre agua fría y agua al tiempo para encontrar un balance que beneficia tu digestión y te da felicidad al mismo tiempo. De todos modos, para darte más incentivos para tomar agua al tiempo, te decimos cuáles son sus beneficios.