1. Descubre qué es lo que te gusta
Lo primero (y más importante) es que hagas un ejercicio que te encante. Puede ser ir al gimnasio con tu mejor amiga, ir a un estudio de bici, correr en el parque cerca de tu casa mientras escuchas tu podcast favorito, hacer pilates online en la sala de tu casa, yoga… Lo que sea, el punto es que te fascine y te motive hacerlo.
2. Planea tus semanas
No tienes que hacer ejercicio diario, ni durante 80 minutos. Pero planear tus semanas te ayudará a visualizar cuánto tiempo tienes y cuándo puedes integrar tu ejercicio. Una vez que definas los momentos disponibles, apúntalos en tu agenda y comprométete a cumplirlos como si fueran una cita con tu crush.
3. Empieza poco a poco
Aguántate las ganas que tienes de darlo todo en el primer día… Tienes que empezar poco a poco para que tu cuerpo se vaya adaptando al movimiento y no sientas que te vas a morir de dolor muscular al día siguiente. Esto te ayudará a ser más constante y a no tirar toalla a los dos días. Conforme sientas que tu cuerpo se va adaptando, puedes ir subiendo la carga de trabajo y aumentando la intensidad.