Muchas veces creemos que para ver los resultados del ejercicio necesitamos pasar horas y horas en el gimnasio o hacer dietas locas. Pero en realidad se trata de hacer cambios pequeños dentro de nuestras rutinas para aumentar la efectividad de nuestros entrenamientos y hacer nuestros cuerpos mucho más eficientes. Esta vez, hablamos de la activación.
Espera, ¿activar no es calentar?
No exactamente. Imagínate a la activación como la versión intensiva de tu calentamiento. Es un paso intermedio entre el calentamiento y el entrenamiento que se enfoca en preparar y, aunque suene redundante, activar los músculos para hacer tu entrenamiento mucho más eficiente y efectivo.
Los beneficios
La activación está enfocada a incrementar la circulación del cuerpo y por ende, la cantidad de nutrientes que llegan a tus músculos. También ayuda a mejorar la flexibilidad y movilidad del cuerpo y a asegurarte de que vas a trabajar de forma más localizada los músculos que quieres. Todo esto se suma para dar un increíble resultado: un workout más eficiente y efectivo de lo normal. Activar antes de cada entrenamiento llevará tu cuerpo a otro nivel.
Cómo activar
El tipo de activación depende del entrenamiento que vayas a realizar. Lo importante es que trabajes los mismos músculos que vas a usar después con una resistencia media y unas repeticiones limitadas (puede durar entre 5 y 10 minutos). Asegúrate de que estás manteniendo tu forma y postura para que el esfuerzo esté localizado en los músculos correctos. A continuación te dejamos unas rutinas de la Nike Master Trainer, Kirsty Godso, para que domines los movimientos.
Lower-body a.k.a pompas y piernas
Upper-body a.k.a abs y brazos