Hay dos tipos de personas en este mundo, las que se pueden levantar temprano sin problemas y las que necesitan 25 alarmas para despertar. Al primer tipo, le llamamos ‘morning person’ y aunque parece imposible ser así cuando ADORAS dormir, es más fácil de lo que crees. Te explicamos el paso a paso para lograrlo.
Antes que nada…
No estamos hablando de que te despiertes a las 4 a.m., ni de que sacrifiques tu sueño y descanso por despertarte temprano, sino de un cambio en tu rutina. Puede ser tan sencillo como dejar de picar “snooze” 16 veces antes de levantarte de tu cama o algo más complejo como levantarte una o dos horas antes de lo que acostumbras. Los consejos son los mismos, tú decides qué tan lejos los llevas.
1. Calcula tus horas de sueño
En promedio, tenemos que dormir entre 7 y 10 horas diarias. Cada quién tiene su promedio ideal (ese que, cuando te despiertas te sientes descansado) y es importante que lo mantengas. No sacrifiques el sueño que necesita tu cuerpo para descansar y restaurarse para despertarte unas horas más temprano. Calcula tus horas para ver a qué hora te tienes que dormir y despertar y duérmete más temprano si es necesario .
2. Empieza poco a poco
Da igual si tu objetivo es empezar a despertarte a las 6 a.m. diario o simplemente 30 minutos antes de lo que acostumbras, tienes que hacerlo poco a poco. Si normalmente te despiertas 8:30 a.m. pon tu alarma a las 8:15 a.m. primero y modifica conforme te vayas acostumbrado.
3. Adiós al “snooze”
Este es uno de los puntos más difíciles de lograr, pero es importante que dejes de posponer tu alarma. El sueño ‘extra’, aunque se siente delicioso, no ayuda a que realmente descanses más ni te sientas mejor. Si sientes que tu cuerpo necesita 15 minutos más por la mañana, pon tu alarma a la hora definitiva con el snooze incluido y levántate en cuanto suene. Y si sientes que tu primer instinto al despertar es apagar tu alarma, trata de poner tu celular en un lugar que te obligue a pararte y a caminar para despertarte un poco en el proceso.
4. La consistencia es clave
Si quieres triunfar en el intento, tienes que ser consistente. Esto, desgraciadamente, incluye los fines de semana. Despertarte tardísimo los fines de semana es el equivalente a someter a tu cuerpo al mismo jet lag que sufres cuando viajas . Si vas a salir o a dormirte tarde, trata de dormir las horas que tu cuerpo necesita, pero no más. Y si es posible, trata de reducir los desvelos a una noche por semana, esto evitará que regresar a la rutina normal se sienta tan pesado.
5. Energízate en 1, 2, 3…
Lo ideal es que, en cuanto te despiertes, hagas algo que te de energía instantánea. Esto puede ser tomarte un té o un café, hacer ejercicio (aquí te dejamos los beneficios de hacer tu workout en ayunas ), desayunar algo rico que te encanta o bañarte con agua fría . Hagas lo que hagas, es importante que esta actividad te anime a levantarte de tu cama y empezar el día.
6. Saludo al sol
Otra forma de darte un boost de energía es salir a que te de el sol por la mañana. Aunque suena como una práctica rara, la luz del sol tiene la capacidad de despertar a tu cuerpo. Si no te encanta la idea de salir, simplemente abre las cortinas de tu cuarto y deja que la luz natural te despierte.
7. Disfruta de tu tiempo extra
Da igual lo que hagas con tu tiempo, el chiste es que lo disfrutes. Ya sea tomarte 15 minutos para leer en silencio o adelantar tus mails del trabajo. Mientras más te guste y lo aproveches, más ganas de despertarte temprano y de ser “morning person” vas a tener. Aquí te dejamos todos los (increíbles) beneficios de madrugar.