Si le echas un vistazo a la cuenta de Instagram de ELLE México ( Instagram " target="_blank" rel="noopener">@elle_mexico ), inmediatamente te darás cuenta que está repleto de referencias vintage que inmediatamente te transportarán al pasado y te llenarán de nostalgia. No puedes negar que eso te encanta, y que en tu celular tienes por lo menos una app para hacer que tus fotos parezcan viejos recuerdos análogos. La moda también está llena de tendencias de décadas pasadas, en un espectro que va desde la década de los 70, hasta principios del 2000; con prints florales hippies , pasando por colores neón ochenteros y hasta una denim fever dosmilera . El sistema cíclico de la moda hizo que volvieran, pero la nostalgia hace que prevalezcan.
La nostalgia es parte de la condición humana, y es perfectamente normal, todos la sentimos de vez en cuando. Genera cierta revolución en los pensamientos y sentimientos de una persona, pues es una mezcla un tanto contradictoria entre sentir cierta alegría por una situación vivida y un sentimiento de tristeza por que ésta haya quedado olvidada en el pasado (cuando definitivamente todo era más sencillo).
A todos nos gusta sentirnos nostálgicos de vez en cuando, es inevitable. Pero, para las generaciones más jóvenes, la nostalgia se ha convertido en una especie de tendencia estética, cultural, social, y finalmente comercial, que el marketing ha sabido explotar astutamente y traducir en ganancias. Si no nos crees, abre Netflix y lo primero que verás serán películas clásicas como Breakfast at Tiffany's y series noventeras como Friends .
Amamos la nostalgia porque nos genera una sensación de conexión (digerida e idealizada) con el presente, y nos hace sentir una profunda empatía. Sentimos gran comodidad al recordar el pasado —lo que ya fue hecho— como una especie de escape de la abrumadora incertidumbre del futuro. Lo que resulta más interesante, es que la nostalgia después genera optimismo.
Para las nuevas generaciones, vivir momentos del pasado a través de medios digitales, es como un viaje en el tiempo que les permite sumergirse en algo más grande que ellos mismos, donde pueden anclar sus emociones a un entorno seguro, pues ya no buscan anclas materiales, sino emocionales. Al final, la nostalgia es un indicador de progreso, una coyuntura retrospectiva del camino que se lleva recorrido hasta el día de hoy. #RememberWhenYouWantedToBeWhereYouAreToday