Aunque para nosotros las escenas hot de la primera temporada de Bridgerton son súper románticas, todo parece indicar que no fue un momento tan romántico para los actores Regé-Jean Page y Phoebe Dynevor, quienes le dieron vida a Simon Basset y Daphne Bridgerton en la serie de Netflix; pues, de acuerdo con el actor inglés, la pareja tenía un aliento "horrendo" mientras filmaban las escenas de sexo durante todo el rodaje.
Regé-Jean Page admite que tenía mal aliento en las escenas hot de Bridgerton
Page hizo esta (poco sexy) revelación mientras aparecía en The Late Show with Stephen Colbert el pasado 14 de marzo. "Eso es lo único que nadie sabe sobre Bridgerton, que Phoebe y yo tuvimos un horrible aliento a café todo el tiempo". Page, quien dejó la serie de Netflix antes de la segunda temporada (y que, por desgracia, tampoco aparecerá en la tercera temporada), enfatizó que la pareja en realidad tenía un acuerdo de que su aliento oliera.
"Hicimos un pacto desde el principio", continuó. "Es una de las cosas que haces [como actor]; te acercas a otros actores y les dices: 'Oye, la escena es después del almuerzo. ¿Cuáles son nuestras reglas? ¿Sin cebollas? ¿Sin ajo? ¿Tenemos que tomar el café temprano?'", le preguntó a su protagonista, Phoebe Dynevor.
Sin embargo, parece que la intérprete de Daphne Brigerton no le importo mucho la última opción: "Ambos dijimos: 'En realidad, me gusta mucho el café, así que no me importa eso contigo'". ¡Gracias a Dios! Tuvimos café seguro durante todo el show".
El actor de 34 años, quien está promocionando su nueva película Dungeons & Dragons: Honor Among Thieves, agregó que su coprotagonista actual huele mejor: "Chris Pine es deslumbrante y huele delicioso". No esperábamos menos, desde luego.
Unos minutos después, Stephen Colbert le preguntó sobre la reciente declaración de que él es el hombre más guapo del mundo según la ciencia. Respondió: "Eso fue una novedad para mí", se rió. "No es la conversación que tengo conmigo mismo en el espejo todas las mañanas". Sin embargo, estamos seguros de que si fuéramos el mismísimo Duque de Hastings, realmente estaríamos frente al espejo todo el día.