En una entrevista con NME publicada antes de toda la sensación de Merlina, Jenna Ortega dijo que el día que se filmó la escena despertó sintiéndose extremadamente enferma. Le hicieron una prueba de COVID y la producción continuó para que filmara el baile del Rave’N Dance, mientras esperaba los resultados de COVID.
Esto fue lo que contó Jenna a NME: “Es una locura porque fue mi primer día con COVID, así que fue horrible filmarlo”, dijo Ortega. “Me desperté y, es raro, nunca me enfermo, y cuando lo hago, no es muy malo, tenía dolores en el cuerpo. Sentí que me había atropellado un coche y que se me había soltado un duendecito en la garganta y me arañaba las paredes del esófago. Me estaban dando medicina entre toma y toma porque estábamos esperando el resultado positivo”.
