Qué es el ácido salicílico y cuáles son sus beneficios
El ácido salicílico es un Beta Hidroxiácido (BHA) que trabaja como exfoliante químico para remover las células muertas de la piel. Se ha vuelto un ingrediente esencial dentro de las rutinas anti-acné por su capacidad de penetrar los poros y exfoliar de adentro hacia afuera. Gracias a su poder exfoliante, este ácido trata las problemáticas sistemáticas que provocan el acné: los poros congestionados. Si no tienes poros congestionados, no tienes acné. Por eso, su uso constante (y prudente) resulta en una complexión luminosa, con textura suave y libre de imperfecciones.

Cuáles son los efectos secundarios del ácido salicílico
Al ser un exfoliante químico, puede que llegar a irritar tu piel si lo utilizas en exceso, si lo combinas con otros ácidos o con retinol, si lo aplicas durante el día y/o si no proteges tu piel con un protector solar. Para evitar la irritación, te recomendamos integrarlo a tu rutina de la siguiente forma. OJO: Si tienes piel sensible, es mejor que apuestes por el ácido mandélico, aquí te explicamos todo.
Cómo integrar el ácido salicílico a tu rutina
Empieza usándolo un día a la semana, en lo que tu piel se va adaptando. Con el tiempo puedes aumentar los días de uso a 3 o 4 veces a la semana máximo. Lo ideal es que lo mezcles ácidos con ingredientes hidratantes y humectantes para mantener el balance de la barrera natural de la piel. Cuando lo apliques dentro de tu rutina, asegúrate de esperar entre 15 y 30 minutos entre los productos para que las fórmulas no se inhiban entre sí. Por último, asegúrate de usar un fotoprotector solar diario, a través del proceso de exfolación los ácidos tienden a sensibilizar la piel; es IMPORTANTÍSIMO que la protejas del sol.
