A todos nos pasa, nos estamos arreglando para salir y notamos que nuestra base se empezó a desprender, romper, mover e incluso a hacer pastosa. ¡El horror! Pero no te estreses, que sea normal no significa que no se pueda prevenir. Te dejamos cinco puntos clave (muy fáciles de seguir) que harán que la base te quede como segunda piel.
5 claves para evitar que la base se haga pastosa o agrietada
No necesitas ser profesional para que quede perfecta.
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1. Acuérdate de preparar la piel
Una buena rutina de skincare es el 70% de tu maquillaje. Lo ideal es que utilices productos hidratantes y ligeros para que la base se pueda adherir correctamente a la piel sin que se rompa ni haga cakey. Si quieres que tu maquillaje se mantenga intacto durante muchas horas, es esencial que utilices una pre-base específica para tu tipo de piel. Hace toda la diferencia.
2. No apliques la base a los tres segundos
Deja que cada producto de tu skincare se absorba bien al igual que la pre-base. En lo que esperas, aprovecha para masajear bien todos los productos que te pusiste y distribuirlos uniformemente por la piel. Este último punto es clave para que no se acumule demasiada base en ciertas zonas.
3. Asegúrate de que la fórmula es para tu tipo de piel
Puedes ignorar cualquier consejo y hacer lo que quieras, pero es importante que este sí lo sigas y lo sigas bien. Una fórmula hecha para tu tipo de piel va a asegurarte que la aplicación va a tener un acabado que se adapta a tu piel y que los ingredientes van a estabilizar y tratar tu piel con el paso de las horas. Aquí te dejamos una guía rápida con nuestras recomendaciones.
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4. Deja de aplicar demasiado producto
La cantidad de producto que aplicas no influye mucho en la cobertura final que tiene, pero sí en cómo se ve el acabado final (cakey y falso). Lo mejor que puedes hacer es aplicar una capa ligera y difuminarla uniformemente y dejar que la pigmentación de la base haga su trabajo. Si sientes que hay zonas en las que quieres más cobertura, utiliza un corrector y ¡listo! Tendrás una cobertura completa que se ve y siente como segunda piel.
5. Tampoco te olvides de sellar
Sellar el maquillaje es el paso final para darle un efecto tipo filtro y, aún más importante, asegurarte de que se va a mantener intacto y perfeccionado durante horas y horas. Puedes hacerlo con baking (aquí te explicamos cómo) , con un toque sutil de polvos o con spray fijador, dependiendo de qué se te haga más cómodo y práctico.
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