Nunca hay que subestimar el poder de las respiraciones. Suenan como un acto insignificante pero tienen el poder de renovar, calmar, centrar y relajar por completo la mente y el cuerpo. Te decimos cuáles son las cinco más fáciles de hacer para que puedas empezar sin problemas.
5 técnicas de respiración para calmar, centrar y relajar la mente
4-7-8
Esta técnica es ideal para relajarte de pies a cabeza e incluso inducir el sueño. Lo mejor de todo es que es muy sencilla: tienes que inhalar durante 4 segundos, mantener tu respiración durante 7 segundos y exhalar durante 8 segundos. Repite el ciclo tantas veces como sientas necesario y enfócate en contar los segundos para distraer y descansar tu mente al mismo tiempo.
Respiración igualada
Esta respiración se conoce en sánscrito como sama vritti y se enfoca en que las inhalaciones y exhalaciones tengan la misma duración. Esto crea una sensación de balance y suavidad al instante. Siéntate en una posición cómoda y empieza a inhalar durante 3 o 5 segundos contados, después exhala durante el mismo tiempo para igualar la respiración. Puedes integrar una pequeña pausa entre cada respiración si te quieres sentir más cómoda. Lo ideal es que repitas durante 5 minutos.
Respiración profunda
Este tipo de respiración previene que el aire se quede atrapado en los pulmones y permite inhalar aire fresco. Esto ayuda a relajar y centrar la mente. Para hacerlo, puedes estar sentada o parada, lo importante es que puedas hacer los hombros hacia atrás para abrir el pecho. Inhala profundamente por la nariz y cuenta hasta cinco, poco a poco empieza a exhalar y liberar el aire. Repite varias veces hasta que sientas la diferencia.
Respiración del león (también conocida como del dragón)
Si haces yoga, seguro que ya la haz hecho y conoces bien sus efectos energizantes y liberadores de tensión. Para realizar esta respiración, puedes hacer la pose de yoga o estar sentada en una posición cómoda. Presiona las palmas de tus manos contra tus rodillas y extiende bien los dedos. Abre la boca, saca la lengua, baja un poco la barbilla y exhala mientras haces el sonido ‘haaaa’. Repite 2 o tres veces.
Respiración con los labios apretados
Suena rara, pero en realidad es la más fácil de todas y la puedes hacer en cualquier momento. Solo tienes que relajar el cuello y los hombros e inhalar por la nariz durante dos segundos contados. Para exhalar, aprieta los labios como si fueras a chiflar y deja ir la respiración lentamente durante cuatro segundos contados. Repite 4 o cinco veces todos los días.