1. ¿Realmente lo necesita tu cuerpo?
Okay, tu mejor amiga empezó a tomar magnesio y está feliz, pero eso no significa que tu lo necesitas también. Antes de tomar cualquier suplemento necesitas pensar en si realmente lo necesita tu cuerpo, idealmente con ayuda de un experto (checa el punto número 5). Si es proteína porque estás haciendo mucho ejercicio te puedes guiar sola, pero si es algo más complejo como vitaminas y minerales, es mejor que te hagas análisis y estudios para determinar si realmente lo necesitas.
2. ¿Lo puedes conseguir de alimentos naturales?
Honestamente, si puedes conseguir las vitaminas y los minerales de forma natural, mejor. Los suplementos no están hechos para reemplazar la comida ni para replicar a la perfección los beneficios de ella (esto lo dice Mayo Clinic, no yo ;)). Mejor, busca alimentos naturales que sean una buena fuente del nutriente antes de optar por los suplementos.