Pensábamos que las únicas personas que amaban San Valentín eran las que tenían una pareja igual de cursi y feliz. Lo decimos en pasado, porque desde que probamos el “Tiempo de San Valentín” en Reméde Spa en St. Regis cambiamos totalmente de opinión por tres razones:
1. Es el plan perfecto tengas o no tengas pareja
Puedes pedir compartir la experiencia con tu pareja, con tu mejor amiga o simplemente contigo misma. Sabemos que ir a un masaje solita el 14 de febrero suena medio raro, pero te prometemos que te dará tanta paz que ni te vas a acordar del crush que te ghosteó.
2. 90 minutos de relajación y paz máxima
Todo empieza con un masaje Remède personalizado de 60 minutos. Esta parte no te la podemos describir bien porque lo adaptan específicamente a tus necesidades y a lo que quieres. Esto se sigue con una exfoliación floral de Frangipani de 30 minutos que te deja la piel ultra suave y luminosa. Claro, todo acompañado de una copa de champagne porque el self-care también incluye un buen drink.
3. La experiencia continúa aún cuando salgas del Spa
Una vez salgas del Spa totalmente revitalizada y libre de boy troubles, puedes disfrutar de una cena de cuatro tiempos en el Restaurante Diana del St. Regis. Y si no tienes ganas de una cena romántica, puedes ir al King Cole Bar que tendrá a una Guest Mixologist preparando los drinks más innovadores y deliciosos.
ELLE CONSEJO: Si Valentine’s te cuesta trabajo (te entendemos, a todos nos ha pasado) opta por enfocarte en ti. Regálate todos los faciales y masajes del mundo, no contestes el celular y dedícate un día de hacer lo que quieres cuando quieres. <3