En las últimas semanas hemos escuchado “coquette” hasta el cansancio y hemos sido testigos de una discusión sobre lo que es y lo que no es esta estética (spoiler alert: un moño rosa no basta para ser coquette). Pero para el Coach de Stuart Vevers ni siquiera vale la pena ser parte del debate porque ellos están simplemente un paso adelante: en el post coquette. Así lo demostró con su presentación otoño invierno 2024 en la lujosa casa de James B. Duke ubicada en el Upper East Side de Nueva York.
Coach va un paso adelante y presenta el “post coquette” en su último desfile
Y yo sé qué quizá te preguntes ¿y qué *$&% es el post coquette? Con base en lo expuesto por Coach esta tarde, responderé que es el arte de retomar elementos románticos y de la coquetería pero llevados hasta un look avant garde, con toques grunge y un estilismo que retoma las tendencias de la calle. Pero si esa explicación resulta aún un poco vaga, analicémoslo con ejemplos.
La pasarela comenzó con las primeras notas 'Moon River', el tema interpretado por Audrey Hepburn en Breakfast at Tiffany's, así que desde el soundtrack podemos adivinar la influencia girly en la pasarela. El contraste llegó con las primeras salidas en las que dominó una paleta de color oscura acentuada con detalles ultra femeninos como faldas voluminosas en colores pastel o chaquetas de cuello redondo en hombres.
Las piezas en rosa no faltaron, pero complementadas de tal manera en la que no hubo lugar para la infantilización de los looks. Se trata del rosa en su versión más cool y urbana.
Si bien, las salidas más alegres y juguetonas se hicieron presentes en la forma de suéteres con estampado de moño, pato y luna, o de un vestido afelpado en rosa pastel ultra acogedor, bastaba con mirar hacia los pies para saber que no se trataba de un look nerdie, pues las toscas botas gastadas y utilitarias también se convirtieron en protagonistas de los looks. Además de que muchos modelos cargaban gorras en las manos para dar un acento aún más casual a las salidas.
Por supuesto que los moños no faltaron, pero no se trata ya del sobre explotado lazo rosa, en la era del post coquette, éstos adquieren una estética más noir y sofisticada.
Los maxi moños estuvieron presentes también en faldas y tops, como parte de la compleja arquitectura de las prendas, pero sin llevarlas hasta lo poco usable. El romanticismo empleado en la fórmula de Coach es directamente proporcional a su utilidad para el street style. Lo que propone Stuart Vevers es la solución a ser contemporáneo sin tener que dejar de lado lo clásico. Es una invitación a atreverte a ver "lo cursi" con unos nuevos ojos y demostrar que usándolo correctamente, se puede triunfar.