Dior manda un poderoso mensaje con una colección casi completamente negra

Una vez más, esta colección está impulsada por la convicción de la diseñadora de que la moda tiene, más que nunca, la responsabilidad de ayudar a las mujeres a darse cuenta de su valor y a expresar sus diferencias. Se inspira en las rebeldes que han afirmado su independencia frente a un mundo masculino, representándolo con detalles como flores bordadas y encaje sobre sastrería.

Los diseños de Maria Grazia para Dior tienen un espíritu medieval y una silueta arquitectónica, donde la siempre presente Bar Jacket es reinterpretada de modo masculino. De esta forma, la maison explora la idea de que la relación entre cuerpo y ropa parte del contexto de la época y no en el tiempo de un día. Es una reflexión sobre el sentido del presente que coexiste con el futuro.

Retomando al esoterismo y botánica de monsieur Dior , la diseñadora adoptó un enigmático estampado de sol como motivo central, conjugado con el emblemático estampado floral mille-fleurs, fases de la luna, soles que anuncian las estaciones, hierbas medicinales y animales fantásticos. El tejido de punto fue el hilo conductor que se ciñe al cuerpo y celebra la sensualidad femenina.