El 19 de abril de 2019 será recordado como el histórico día en que fue descubierto en una mina de Botsuana, África austral (país sin litoral en el sur) un diamante en bruto de 1,758 quilates, el cual lleva por nombre Sewelô que significa "raro hallazgo" en lengua setswana. Es el segundo diamante más grande del mundo y el más grande descubierto en Botsuana. Para que te hagas una mejor idea de las monumentales dimensiones del diamante Sewelô, es aproximadamente del tamaño de una pelota de tenis y pesa 325 gramos. Solamente es superado por el diamante Cullinan que fue convertido en diamantes de la realeza británica, lo que hace al diamante Sewelô una gema especial que ahora le pertenece a Louis Vuitton.
Foto: Louis Vuitton El cristal en bruto está recubierto en gran parte por una delgada capa de carbón negro que oculta en su interior 2,000 millones de años, por lo que la variación de color y claridad aún se desconocen. Este extraordinario misterio fue lo que atrajo a Louis Vuitton, esta pieza de rareza extrema y desafiante apela el sentido de aventura y creatividad de la casa francesa. Foto: Louis Vuitton Para revelar el interior de Sewelô deberán usarse nuevas nanotecnologías, por lo que Louis Vuitton colabora con los cortadores de diamantes expertos de la HB Company de Amberes, estudiando la pieza a detalle y utilizando tecnología para evaluar el potencial de la piedra y planear el mejor rendimiento de los diamantes individuales terminados, cortados y pulidos. El tamaño del diamante permitirá la producción de diamantes cortados hechos a la medida, cada uno en forma de la flor y estrella del monograma de Louis Vuitton y para ofrecer a los clientes la oportunidad de crear diamantes a medida con cortes personalizados. En sintonía con la herencia de Louis Vuitton, este servicio brindará la máxima exclusividad en joyería.
Foto: Louis Vuitton