72 horas en Milán: arte, moda y diseño con IQOS y Esteban Tamayo

Día #1

Empieza el día en California Bakery, el lugar perfecto para cargarte de energía con un desayuno clásico americano: hotcakes , bagels, huevos al gusto, pan recién horneados y café para tus actividades con el pie derecho. Después, dirígete a Fondazione Prada, una parada obligada para los amantes del arte, el diseño y la arquitectura. Si vas antes de febrero de 2026, no te pierdas la exposición “Sueño Perro” de Alejandro González Iñárritu, una muestra que celebra los 25 años de Amores Perros .

Ahora sí, es momento de un poco de relajación. Date una vuelta por Bar Basso, un bar que según los locales parece estar detenido en el tiempo. Además, es uno de los pocos lugares en donde puedes ordenar un Negroni Sbagliato, que significa literalmente “Negroni equivocado”, aquí sirven este icónico trago con vino espumoso en lugar de ginebra. Ojo: La copa es extra grande, así que es probable que con uno sea más que suficiente.

Cierra tu día en Trattoria del Ciumbia, uno de los restaurantes más cool de Milán. Al estar ubicado en Brera, el barrio más artístico de la ciudad, lo tiene todo: buen ambiente, buena comida y una decoración que te transportará a los años 60 gracias a sus coloridos mosaicos coloridos, paneles de madera e iluminación cálida. El menú es enorme, pero hice la tarea por ti. Prueba el risotto alla milanese (es un clásico, y aquí lo hacen espectacular) y la costoletta di vitello. Ojo: pide la versión gruesa, es la favorita de los locales. Acompaña tus platillos con el vino de tu elección, no te arrepentirás.

Día #2

Sin afán de apresurarte, te recomiendo no tardar mucho tiempo en el desayuno. Una gran opción es Panino Giusto, donde puedes elegir el panini que más se te antoje de su menú y prepárate para tus actividades turísticas. Ir a Milán y no visitar la ​​Galería Vittorio Emanuele II, es como no haber ido, así que no te la puedes saltar. Esta plaza comercial es icónica por su gran cúpula de vidrio y vibra elegante. Date una vuelta por sus boutiques de lujo y cafeterías y no olvides seguir la tradición: gira tres veces sobre el talón en el mosaico del toro, justo bajo la cúpula. Dicen que hacerlo te garantiza regresar a Milán.

Ahora sí, llegó el momento de visitar el Duomo di Milano. Su fachada gótica impresiona al pie de la calle pero si quieres verla desde lo alto, te recomiendo comprar el tour de las terrazas. Desde aquí, podrás tener una vista panorámica de la ciudad y apreciar de cerca los detalles escultóricos y las agujas que hacen de esta catedral una de las más emblemáticas del mundo y entenderás por qué se tardaron casi seis siglos en construirla.

Me imagino que para esta altura del día, ya tendrás hambre y para no hacerte esperar más, ve caminando a Da Giacomo. Este lugar es conocido como un clásico milanés. Su decoración y diseño está inspirado en una trattoria de los años 50. Sus paredes están revestidas por boiseries, el piso está cubierto por mosaicos y su mobiliario es artesanal. La especialidad de su cocina son los mariscos, así que te sugiero apostar por la pesca del día y una pasta para compartir. (No comas de más, en la noche te espera otro gran lugar).Continúa el día visitando Castello Sforzesco, te sentirás en el castillo de la película de Shrek, pero lo importante aquí son sus museos y galerías, que incluyen obras de Leonardo da Vinci y Michelangelo, ¡no te las pierdas!. Después de aquí camina hacia al Parque Sempione, está justo detrás. Aprovecha para sentarte en el pasto y tomar un descanso. Una vez que vuelvas a recargar energía, camina hacia Triennale Milano, este museo está dedicado específicamente al diseño, la arquitectura, las artes visuales y la cultura contemporánea. No te puedes ir sin visitar su colección permanente de diseño italiano, prometo que saldrás inspirado. Para finalizar las actividades turísticas del día, ve a la Pinacoteca di Brera, este lugar es una parada obligada si te gusta el arte o el diseño o si simplemente te gustan los lugares bonitos e instagrameables. Sus paredes color terracota y la forma en la que entra la luz a cada rincón te permitirá tomar fotos increíbles.

Cierra el día con broche de oro en Nuova Arena, un restaurante al que Giorgio Armani solía visitar con frecuencia. El ambiente es mucho más tranquilo que el de Trattoria del Ciumba; aquí, la mayoría de los comensales son adultos, por lo que te recomiendo conversar en voz moderada, ya que si alguien levanta demasiado el tono, es probable que le pidan guardar silencio (lo digo por experiencia). Lo que es un hecho es que tanto la comida como el servicio son impecables. El lugar es operado por sus propios dueños, una familia que mantiene viva la tradición culinaria con platillos clásicos con el sabor especial de una abuela italiana. Una experiencia auténtica, por donde la veas.

Día #3

¡Último día, has que rinda! De último momento, Esteban Tamayo sugirió comenzar el día con un desayuno ligero en Eris, una cafetería/bar con una estética muy similar a la de la boutique de Tiempos. Este pequeño espacio combina materiales metálicos con mobiliario moderno y detalles de diseño que llaman la atención y es ideal para tomar un café y comer un pan dulce.

Y como este viaje no puede terminar sin moda, es momento de ir a Armani/Silos, un espacio que muestra la trayectoria de Giorgio Armani. Actualmente la exposición celebra los 20 años de Alta Costura de Armani Privé con una muestra de 150 piezas que te permitirán ver de cerca la evolución del diseñador. Desde el minimalismo, hasta las influencias asiáticas que lo inspiraron y el brillo que distinguió a sus diseños hechos a medida para personalidades de Hollywood.

Almuerza en Langosteria Bistrot, el lugar más elegante de este itinerario, así que no te sorprendas al llegar. Al más puro estilo de un bistro parisino pero con la elegancia que caracteriza a Milán. Aquí todo gira en torno al mar, en específico a los mariscos crudos. Ordena la fuente de ostras frescas y el spaguetti con langosta. Este es el lugar perfecto para hacer una gran sobremesa, su selección de vinos no te decepcionará. Ahora dirígete a Villa Necchi Campiglio, la residencia de la familia Necchi-Campiglio, conocidos por ser los dueños de la empresa de máquinas de coser más importante de Italia. Actualmente es un museo que refleja la arquitectura de los años 30 de Milán y un claro ejemplo del Art Deco. Si te parece conocida es porque la viste en I Am Love (2009), del director Luca Guadagnino.

Y ahora si, a lo que se vino. Yo me dirigí a Pirelli HangarBicocca, ubicado a las afueras de Milán. Este espacio industrial fue reinterpretado por Pirelli. Actualmente es un museo gratuito que además de exhibiciones de arte contemporáneo, ofrece una cafetería y una tienda de diseño, por lo que vale totalmente la pena visitarlo. Aquí se llevó a cabo Sensorium Worlds, un evento de IQOS en el que la marca presentó su colección de dispositivos de edición limitada creada junto al icónico diseñador italiano Seletti. Más que una simple presentación, fue una experiencia multisensorial: IQOS dejó claro que no solo vende productos, sino también emociones y experiencias. El dúo suizo de DJ’s, Adriatique fue el encargado de llenar el espacio de ritmo y ambiente.