En la lista de lunares históricos, el de Marilyn Monroe está en primer lugar. Lo triste es que ese lunar junto a la mejilla es que no existía físicamente, pues era maquillado. Pero hay un lunar auténtico que en los años noventa reinó las pasarelas de todo el mundo: el lunar de Cindy Crawford. Ahora nos enteramos que casi no conocemos este rasgo icónico de la supermodelo, pues las al inicio de su carrera estuvo a punto de quitárselo. Cindy confesó a su compañera de pasarelas, Naomi Campbell , que cuando era muy joven y un talento desconocido, en una agencia de modelos le pidieron quitarse su icónico lunar. "Cuando fui a mi primera agencia de modelos en Chicago me dijeron que tenía que quitarme el lunar si quería encontrar trabajo”, reveló Crawford en el nuevo programa de Naomi . “Era una agencia muy pequeñita, no recuerdo el nombre. Se lo conté a mi madre y ella me dijo que hiciera lo que quisiera, pero que me lo pensara porque no sabía si eso iba a dejar cicatriz. Y sobre todo, porque esa era una marca que me hacía especial".
Foto: Nick Wilson/Getty Images Además de aceptar sus propios rasgos físicos y hacerlo una marca suya, al mostrar su lunar, Cindy inspiró a muchas mujeres a la aceptación de esas “marcas” y la eliminación de los convencionalismos de la belleza. Tanto, que comenzaron a querer un lunar como ella.