María Zardoya se presenta como una artista que no tiene miedo a mostrarse vulnerable. desde esa honestidad emocional, ha convertido a “The Marías” en una banda distintiva dentro del panorama contemporáneo. Su universo gótico-romántico y onírico, cargado de dramatismo y sensualidad, ha cautivado a más de 33 millones de oyentes en plataformas digitales, consolidándola como una voz capaz de traducir emociones complejas como el amor y el desamor en atmósferas íntimas que se viven en todo el cuerpo.
María Zardoya habla con honestidad sobre su nueva faceta: Not for Radio

Berenice Buendía: Creciste entre dos países, Puerto rico y Estados unidos, tu música aún refleja esa dualidad. ¿Cómo ha evolucionado con el tiempo?
María Zardoya: Creo que el haber crecido yendo de un idioma a otro, de una cultura a otra y experimentando la vida de manera tan dual, siempre formará parte de mí. Esa dualidad siempre ha estado presente y se refleja también en mi proceso creativo, tanto con The Marías como fuera de la banda. No importando qué, debemos estar orgullosos de nuestras raíces, apoyar a nuestra gente y a nuestro país. Eso ha sido clave desde el inicio de la banda, encontrar maneras de alzar la voz por nuestra comunidad, porque al final nos tenemos los unos a los otros. El gobierno no habla por nosotros, somos nosotros quienes nos sostenemos mutuamente.

BB: ¿Cómo ha reaccionado tu familia al éxito de The Marías, siendo que su música es tan experimental?
MZ: Están muy orgullosos y también es divertido. La última vez que estuve en Puerto Rico, estaba con mi abuela y me dijo: “Me contaron que has vendido montones de CDs”. Me dio risa —nadie en mi familia viene del mundo musical. Mi familia en Puerto Rico es de un pueblo pequeño, Juncos (Valenciano), y en Georgia, donde crecí, nunca pensaron que podríamos dedicarnos a la música. Para nosotros, la música era cantar en la iglesia. Así que todos están tan sorprendidos como yo por nuestro éxito. Lo estamos viviendo día a día. Mi mamá me contó que un handyman fue a la casa en Georgia, vio mis fotos por todos lados y le dijo: “Mi esposa es fan de ella”. Mi mamá casi se infarta, pensó que ahora todo el mundo iba a saber dónde vivo. Ha sido una curva de aprendizaje para todos. Por ejemplo, mi papá tuvo sus cinco minutos de fama, Bad Bunny lo subió al escenario a cantar y bailar en uno de sus conciertos en Puerto Rico. Al día siguiente, era un meme: “El abuelo en el show de Bad Bunny”. ¡Hasta lo entrevistaron en Telemundo! Fue increíble. Así fue como mi papá entendió lo que es estar en un escenario.
BB: ¿Se dice en Internet que eres muy buena manifestando. ¿Hubo momentos que te sorprendieron?
MZ: El más reciente fue colaborar con Bad Bunny para “Otro Atardecer”, lo escribí en mis metas y ocurrió. También escribí que quería tocar en un buen horario en el escenario al aire libre de Coachella, y un año después me lo ofrecieron.

BB: ¿Cómo han evolucionado las presentaciones de la banda en el festival?
MZ: Coachella es muy especial para mí porque no crecí yendo a festivales ni a conciertos; de hecho, fue el primer festival al que asistí como espectadora. No sabía qué esperar al presentarme ahí como artista. La primera vez que toqué en ese escenario estaba tan nerviosa que me disocié durante todo el concierto. Después en nuestro segundo Coachella, ya sabía que esperar, pero la situación era difícil a nivel personal y mental. Josh, el baterista de la banda y yo, estábamos a punto de separarnos después de una relación muy larga. Ahora en este tercer festival, siento que salimos de las sombras, la banda está más fuerte que nunca. Josh y yo ya no estamos juntos, pero seguimos siendo mejores amigos. Ha sido una evolución tanto personal como colectiva. Estoy muy orgullosa de ver esta transformación desde que comenzamos, no solo el crecimiento en impacto sino como individuos.

BB: Tu presencia en el escenario es hipnótica. ¿Cómo llegaste a ese dominio escénico? ¿Crees que la vulnerabilidad se entrena?
MZ: Para conectar con otros tienes que conectar contigo mismo. Pasé por una ruptura y me perdí a mí misma, pero ese proceso me ayudó a descubrir quién soy fuera de una relación. Me cuestioné: ¿quién soy como persona?, ¿qué quiero en la vida? Fue el proceso más difícil que he atravesado, pero también el que me permitió empatizar y conectar de forma auténtica con otros porque me descubrí como individuo. Hay muchas formas de comunicarse y conectar que van más allá del lenguaje: la mirada, la energía, la música, la propia esencia de cada quién. En un show, hay una comunicación casi telepática con el público, ellos reciben tu energía y te la devuelven.
BB: Durante el proceso de sanación que fue Submarine para ti ¿aprendiste algo de ti que empezaste a valorar?
MZ: Sí. Meditar, frenar el ritmo y valorar el tiempo en la naturaleza, aunque sea solo estar cinco minutos bajo un árbol.
BB: Ya de gira con el álbum, ¿Qué has aprendido del público?
MZ: Aprendí que también son románticos y les atrae la oscuridad, igual que a mí. Canciones como No One Noticed y Sienna fueron hits inesperados para el equipo porque tienen un tono oscuro, dramático y lento. Y aprendí que creamos un espacio que valida la intensidad emocional.

BB: Tu estilo ha evolucionado de indie a gótico, romántico y elegante. ¿Cómo sucedió esa evolución visual?
MZ: Surgió al descubrir mi esencia: intensa, romántica, sensual y con un encanto por lo sombrío, aunque me gusta mantener las cosas ligeras. Esa dualidad se refleja en mi estética visual.
BB: Hablemos de lo que sigue. mencionaste que están en Electric Lady Studios en Nueva York trabajando en música nueva. ¿Qué puedes adelantar?
MZ: Hemos estado semanas componiendo aquí, tenemos muchas canciones candidatas para el nuevo álbum. Estoy inspirada en la trilogía del director de cine Polanco Kieślowski, Tres colores: Rojo, Blanco y Azul. Lo que puedo decir, es que solo resta un color por explorar y que la inspiración en este momento viene de reflexionar qué hay fuera de una relación: la soledad, salir de nuevo en citas, divertirme y la emoción de los nuevos comienzos.
BB: ¿Hay aprendizajes de álbumes anteriores que no repetirías?
MZ: Sigo aprendiendo... pero nunca sacrificaré mi trabajo por alguien más. Mi arte es mi prioridad. A partir de ahora, quiero descubrir cómo se siente poner el arte por encima del amor.
BB: Sobre tu futuro creativo ¿Tienes algo que te gustaría explorar?
MZ: Me gustaría estudiar herbolaria o botánica. Y estoy lanzando mi proyecto solista, Not for Radio, con el que quiero explorar la escritura y el sonido sin la intención de hacer canciones pop. Donde pueda componer de manera consciente, estar presente en el momento y dejar que la energía del espacio guíe la música; algo más íntimo, discreto y fiel a mi ADN musical.

BB: ¿Cómo describirías el ADN musical que mencionas?
MZ: En The Marías se refleja mi esencia y la de Josh: una mezcla 50/50 de influencias y conciencia colectiva. Este proyecto, en cambio, está inspirado en lo que más me gusta, la naturaleza y pasar tiempo contemplándola, lo que hace que suene más tranquilo. Lo desarrollé con Sam Evian y Luca Buccellatti; quería trabajar con colaboradores que amaran la lentitud del mundo natural, como yo.
BB: ¿Cómo se refleja esta nueva visión en el sonido?
MZ: Boscoso, análogo, experimental, cálido e intuitivo. Tonos que no necesariamente escucharías en la banda. Jugué mucho con los procesos, por ejemplo, quise pasar mi voz por una grabadora de cinta y explorar el sonido natural de un órgano. Y literalmente creamos todo el disco en un estudio en medio del bosque, en pleno invierno y lejos de todo. Hicimos el ritual de salir a caminar por horas antes de componer, para experimentar todos los estados de la naturaleza: lluvia, nieve, frío. Queríamos salir de nuestra zona de confort.
BB: ¿Por qué se titula Not For Radio?
MZ: Tengo muchos intereses. Está The Marías, ahora este proyecto solista y otras cosas que quiero hacer, todas bajo el paraguas de “María” como persona. Por eso para este proyecto quería un nombre que representara mi intención detrás de la música: no escribir canciones pensadas para sonar en la radio. Y tampoco quería comercializar mi nombre completo y verlo en una playera, me parecía un poco extraño.

BB: ¿Cuáles fueron los retos de este proyecto?
MZ: Tenía mucho miedo. Hacía años que no producía nada sin Josh y nuestra ruptura me hizo cuestionarme cuál sería mi siguiente paso musical, ¿cómo hago música por mí misma? Estoy orgullosa de haberme permitido estar presente y atravesar el ejercicio incómodo de crear.
BB: Finalmente, ¿Qué fue lo que más disfrutas te de hacer esta portada?
MZ: Me encantaron los diferentes “mundos” que exploramos en la locación. Fue liberador moverme, jugar y experimentar con mi cuerpo en cada espacio, estaba divirtiéndome mucho.