1. La perfección no existe
Está bien que te esfuerces y trates de hacerlo lo mejor posible, pero la perfección no existe y no te va a quedar como si hubieras ido al salón. No te obsesiones en conseguir el pelo perfectamente parejo porque solo seguirás cortándolo hasta que termines como Barbie semi-rapada. Déjalo ir.
2. El material que vas a necesitar
Unas tijeras profesionales no son obligatorias (aunque definitivamente son preferibles), pero sí necesitan estar afiladas y ser lo más finas y delgadas posible. También es mejor si tienes pasadores o pinzas que te ayuden a mantener el pelo seccionado y un peine delgado para crear dichas secciones con precisión.