Hace unos meses mi dermatólogo me cambió toda mi rutina de skincare (¡ugh, alergias!) y aprovechó para cambiar mi rutina capilar. Específicamente; me pidió que cambiara mi shampoo normal por uno de bebé. Tengo que admitir que lo hice medio asustada de qué le iba a pasar a mi pelo, pero después de varios meses, ha sido la mejor decisión del mundo. Te lo cuento todo. <3
3 beneficios que noté cuando empecé a usar shampoo de bebé
Aparte de que ahora huelo a bebé <3
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El balance perfecto
No hace espuma y se sintió muy raro al principio, pero contrario a lo que pensaba, el shampoo de bebé me lava muy bien el pelo y el cuero cabelludo. Pero no en exceso, algo que mi shampoo pasado sí hacía y provocaba la sobreproducción de grasa . Insisto, es el balance perfecto entre limpieza y suavidad.
Hidratación profunda y efectiva
Yo soy de las que tiene piel y pelo seco. Este shampoo de bebé de Mustela (no sé si otros hagan lo mismo, este es el único que he probado) es de los pocos que me dejan el pelo súper hidratado pero no pesado. De hecho, cuando lo enjuago siento que ni siquiera necesito usar acondicionador. Obviamente sí sello con acondicionador porque #regladeoro.
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Adiós enredos y nudos
Aunque tengo el pelo relativamente corto (un poquito más largo que un lob), el pelo se me enreda muchísimo. Desde que cambié de shampoo solo necesito cepillarme el pelo antes de meterme a bañar y listo, aguanta perfectamente desenredado 24 horas (ni cuando duermo surgen problemas).
Holaaaa volumeeeeen (y luminosidad)
Este último punto fue el que más me sorprendió, el shampoo de bebé me dio el volumen más dramático de mi vida. Pero lo hizo sin aportar frizz ni textura irregular, simplemente un volumen directo de la raíz junto con una luminosidad intensa. En pocas palabras: este shampoo de bebé me dio todo lo que quería (y mucho más).
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