Una buena exfoliación es la clave del éxito para tener una piel lisa, luminosa, libre de imperfecciones e hidratada. También ayuda a que los ingredientes del resto de tus productos de skincare puedan penetrar con facilidad y sean más eficaces. El único problema es que a veces podemos exfoliarnos mal, te decimos cuáles son las señales.
1. Tu exfoliante es físico
Los exfoliantes físicos o mecánicos también son conocidos como scrubs y son los que tienen pequeñas partículas que “pulen” la piel. El problema con este tipo de exfoliantes es que crean micro-roturas en la piel, que a su vez facilitan el crecimiento de bacterias y provocan imperfecciones e inflamación. Opta por un exfoliante químico, que no solo evita este problema, sino que tiene muchos más beneficios en la piel.
2. Cuando lo terminas de usar tu piel está roja e irritada
Si después de usarlo tu cara parece jitomate, tu exfoliante no te está funcionando. Ya sea porque la fórmula no va con tu piel o porque lo estás utilizando con demasiada frecuencia y está sensibilizando tu piel. Disminuye la frecuencia para mejorar la salud de tu complexión, si nada cambia, prueba una fórmula mucho más suave .
3. Tu piel está opaca y apagada
Una complexión bien exfoliada debe verse luminosa, sana e hidratada. Puede que no notes los resultados porque no lo estás utilizando con suficiente frecuencia o porque estás utilizando un scrub físico. Lo ideal es que empieces utilizando tu exfoliante químico una vez a la semana y vayas aumentando la frecuencia antes de llegar a la sobre exfoliación (punto anterior).
4. No estás usando bloqueador
Aunque parece que no tiene nada que ver con el exfoliante, es el complemento ESENCIAL. Esto se debe a que la exfoliación sensibiliza la piel y el foto protector solar ayuda a protegerla de mayores daños. Si estás exfoliando tu piel y no utilizas bloqueador , te pueden salir manchas y estarás mucho más expuesta al envejecimiento prematuro y la irritación.