Si estás frustrada porque estás cumpliendo con tu rutina de skincare y tu complexión simplemente no lo muestra los resultados, puede que sea por falta de oxígeno. Se le conoce como asfixia epidérmica y a continuación te explicamos qué es y cómo tratarla.
Asfixia ¡¿qué?!
Se le llama asfixia epidérmica y significa que le está faltando oxígeno a la piel. La falta de oxigeno está relacionada con diferentes factores, como no salir a la calle, estrés, mal sueño y descanso, exceso de aparatos tecnológicos e incluso por el cigarro. Esto se debe a que el oxígeno es esencial para que las células del cuerpo funcionen correctamente.
Los síntomas
Si notas que hagas lo que hagas, tu piel está seca, opaca, deshidratada y le falta firmeza, lo más probable es que sea derivado de la asfixia epidérmica. Pero no te estreses, porque es más fácil de solucionar de lo que crees.
1. Cambia los productos
Opta por utilizar algunos productos que oxigenen la piel. Lo increíble de estas fórmulas es que no solo le dan un boost de oxígeno a la dermis y epidermis, también fomentan la producción de colágeno y elastina.
2. Aplícalos de forma diferente
Aunque no lo creas, la forma en la que aplicas los productos influye. Cuando te laves la cara, hazlo con movimientos circulares firmes. Cuando apliques el suero, hazlo con pequeñas palmadas rápidas, casi como mini-cachetadas. Con la crema hidratante, regresa a los movimientos firmes hacia afuera. Te va a tomar más tiempo de lo normal, pero vale la pena.
3. Mejora tus hábitos
Trata de moverte un poco más, aunque sea dentro de tu casa. Abre las ventanas para ventilar y practica respiraciones profundas. Toma suficiente agua (mínimo 2 litros al día) y come más verduras verdes. Aunque no lo creas, todo esto es igual de importante.