Un baño con agua fría solo suena bien cuando estás de vacaciones en la playa, el resto del tiempo, parece una tortura innecesaria. Pero es un hecho que bañarte con agua fría es muchísimo mejor que hacerlo con agua caliente . Para comprobarlo, te dejamos 4 razones que te van a convencer por completo.
ELLE CONSEJO: Si te vas a empezar a bañar con agua fría, hazlo poco a poco. Cada día baja la temperatura un poco más para que tu cuerpo tenga tiempo de adaptarse.
1. Te van a quitar el sueño
Da igual que tan mal o poco hayas dormido , un baño frío te va a despertar al instante. Al bajar la temperatura de tu cuerpo aumentas el ritmo cardiaco, el estado de alerta y la oxigenación. Es un boost tan intenso que la energía te durará todo el día.
2. Mejoran la circulación
Cuando te mojas con agua fría, se constriñe la circulación en la superficie del cuerpo y se aumenta la circulación en los tejidos más profundos. Las células del cuerpo necesitan oxígeno para nutrirse y respirar. Mientras mejor sea tu circulación, mejor vas a distribuir el oxígeno en el cuerpo.
3. Reduce el dolor post-workout
El aumento de la circulación también ayuda a reducir la inflamación del cuerpo. Al relajar y reparar los músculos, evitarás que te duela todo después de hacer un ejercicio intenso. Otra forma de fomentar la recuperación es a través del foam rolling, te lo explicamos aquí.
4. Te dará una piel más luminosa
El agua caliente seca la piel, elimina la barrera natural que la protege al igual que destruye la grasa esencial que se necesita para mantener el balance. El agua fría no solo evita todos estos daños, sino que al fomentar la circulación y oxigenación, revela una complexión luminosa, desinflamada y nutrida.