Después de haberse consolidado como un ícono de la comodidad (y de la controversia), Crocs lleva su obsesión por la reinvención a un nuevo nivel al aliarse con Jean Paul Gaultier , el enfant terrible original. La colaboración, tan provocadora como estratégica, propone tres modelos diferentes que cambian todo lo que creíamos saber sobre los Crocs. Se trata de una colaboración de moda, goma y mucha actitud.
La reinterpretación más directa es el Classic Clog, que se transforma en versión punk con negro total, cuero y un gran logo Gaultier . Le sigue el Bae Clog, un diseño disruptivo con tela ondulada, plataforma y agujetas como un híbrido entre tenis y un corsé; y por último, una con estampado de punto trompe l’œil y ribetes evoca un fetichismo utilitario. Todo está en los detalles: hebillas, contrastes de textura y los códigos Jean Paul Gaultier.