Adrián Appiolaza hace su debut en Moschino con su colección más camp

Para su primera línea, Appiolaza confió ciegamente en los códigos de la casa. Sin duda, la influencia de la obra de Franco Moschino se vio plasmada en cada una de las piezas, brindándonos una colección súper divertida pero que, a su vez, denotaba un lujo que no veíamos desde hace algún tiempo en las piezas de la firma.

Su estética camp (que se caracteriza por la exageración, la teatralidad y el estilo extravagante) se dejó ver en los bolsos de baguettes (sí, el pan), los trajes repletos de lunares (un emblema de la marca) y las caras sonrientes que vistieron a la mayoría de los modelos.

Pero no te confundas, no es un camp como lo viste en las escaleras de la Met Gala del 2019; sino una estética fantasiosa bien aterrizada que simplemente denota alegría. "Es este tipo de moda súper fun, pero que te tomas súper en serio", comparte Jessica Gutiérrez, editora de moda de ELLE México.

A diferencia del acercamiento de Scott a la moda de Moschino, la visión de Appiolaza es mucho más cotidiana y comercial.

Desde faldas cargo sobre maxis con cola, vestidos transparentes debajo de collares de perlas ultralargos y faldas asimétricas con volantes combinadas con pantalones formales de pierna recta, hasta camisetas con estampados sencillos y vestidos lenceros, la colección está repleta de piezas para el día a día, adecuadas para usar tanto para ir de compras, como para un brunch tranquilo con tus amigos.

¡Eso, sí! Para terminar con broche de oro su debut como el nuevo director creativo de la firma, Appiolaza presumió a su perro mientras hacía su reverencia de fin de espectáculo. *Aplausos, por favor*