En 1980, cuando Ingrid Newkirk cofundó People for the Ethical Treatment of Animals (PETA), las pieles animales eran un símbolo de estatus al que todo el mundo aspiraba. Ahora, más de 40 años después, no solo están pasadas de moda, son inconcebibles en todos los niveles de la industria; desde los desfiles, pasando por revistas como ELLE internacional , hasta conglomerados de lujo.
La organización ha tenido un papel fundamental en este cambio radical en la moda, usando tácticas de protesta agresivas y estrategias diplomáticas; (incluyendo con carteles como “Las pieles son asesinato” y lanzar pintura roja como en Sex and the City), campañas como “Prefiero estar desnuda a usar pieles” y persuadir a grandes empresas de la industria de la moda a abandonar el uso de pieles .