En un mundo cada vez más globalizado, la moda artesanal es una poderosa manifestación de la diversidad cultural y la herencia histórica de nuestras comunidades. Los textiles artesanales y las técnicas ancestrales representan una conexión con el entorno en la que influyen la geografía y la naturaleza, así como las tradiciones de nuestros antepasados que se transmiten de mano en mano y de boca en boca a lo largo de generaciones. Son una forma de expresión creativa que trasciende el tiempo. Desde las culturas originarias hasta la modernidad, diseñadores y artesanos han fusionado la herencia cultural con las tendencias actuales, dando lugar a piezas sincréticas que celebran la identidad mexicana. En un mundo que valora la sostenibilidad y la autenticidad, los textiles artesanales emergen como faros de inspiración para la industria de la moda, tal como lo demostró Dior en su co- lección crucero que presentó en México. Estas técnicas milenarias destacan por su efecto positivo en el medio ambiente y en la vida de los artesanos, promoviendo una moda más consciente y auténticamente sostenible.
La trascendencia de los textiles y las técnicas artesanales mexicanas hoy
Tenango de Hidalgo
El tenango es una de las expresiones textiles más recientes, ya que su origen data de los años sesenta, cuando se comenzó a usar este estilo de bordado en manteles y servilletas. Y fue tal su popularidad que se extendió a lienzos decorativos y prendas de vestir. Los bordados de Tenango son famosos por sus colores vivos y diseños detallados en los que la vida cotidiana, la naturaleza y la mitología se entrelazan entre figuras geométricas y patrones abstractos. Aunque su forma más popular es la que combina una amplia gama de colores, también se ha popularizado su uso en tonos monocromáticos como rosa mexicano, azul índigo o negro. Se han convertido en piezas decorativas de deseo dentro del mundo del interiorismo en la forma de cojines, duvets o enmarcados como la pieza de arte que son por su belleza intrínseca.
Además de decorar piezas de vestimenta tradicional, el encanto del tenango ha evolucionado para enriquecer piezas contemporáneas. El colectivo Bordados Tenango ( @bordadostenango ) lo ha plasmado en sudaderas, crop tops, faldas, vestidos, tenis, chamarras de mezclilla, playeras y más prendas logrando construir puentes entre tradición y modernidad.
Tintes naturales de Oaxaca
Oaxaca es probablemente una de las regiones de mayor riqueza textil y artesanal en el país. Entre las muchas artes ancestrales que su pueblo ha aprendido a dominar están los tintes naturales. Este lugar se ha convertido en la cuna de los colores que nacen de la tierra, de las plantas y hasta de sus insectos. Quizás uno de los más famosos es el enigmático rojo que se obtiene de la grana cochinilla, un pequeño insecto que se aferra a los nopales de la región. También está el azul profundo que proviene de la planta del añil mediante un laborioso proceso. Del palo del Brasil se despliega una gama de colores tintos y con el pericón se logra un amarillo intenso. Esta alquimia prehispánica ha perdurado a través de los años y las familias que preservan este saber hacer milenario son los guardianes de un gran patrimonio cultural. Hoy en día, se valoran los tintes naturales por su riqueza histórica y su sostenibilidad.
Teotitlán del Valle es un pueblo ubicado en el centro de Oaxaca que ha trascendido las fronteras gracias a sus célebres alfombras, confeccionadas meticulosamente a mano utilizando la lana teñida con los tintes naturales que han definido la tradición oaxaqueña. Este rincón es un vivo testimonio de la magia de estos tintes, donde los colores que se extraen de la tierra se entrelazan con la destreza y la pasión de sus artesanos.
Arte plumario purépecha
El arte plumario en la cultura purépecha es una tradición ancestral que perdura hasta la actualidad. El pueblo purépecha, ubicado en Michoacán, ha cautivado desde tiempos prehispánicos con su habilidad para trabajar con plumas de aves, creando intrincados diseños y excepcionales obras de arte con raíces en su cosmovisión y en su conexión con la naturaleza. Las plumas de las aves se consideran sagradas, y su uso se relaciona con su simbolismo y significado espiritual. Hoy en día, a pesar de los desafíos y cambios culturales, el arte plumario sigue siendo una expresión artística y cultural viva. Se han llevado a cabo esfuerzos para preservar esta tradición única y así asegurar su continuidad. Con el propósito de promover una producción en armonía con el entorno, los artistas han emprendido la búsqueda de métodos sostenibles y respetuosos para obtener las plumas, como la recolección.
Estas creaciones, que abarcan desde máscaras y abanicos hasta aretes y retablos, gozan de prestigio tanto nacional como internacional gracias a su innegable belleza y profundo valor cultural. Un destacado ejemplo es el trabajo magistral de Feliciana Hernández Bautista, una artesana que durante más de cinco décadas ha fusionado con maestría técnicas ancestrales como el telar de cintura y el arte plumario, dando vida a piezas únicas de una exquisitez inigualable.
Bodados de los Altos de Chiapas
Al pensar en los bordados de Chiapas, nos vienen a la cabeza coloridos motivos florales y geométricos. Estos son originarios de la región montañosa del sureste de México, los Altos de Chiapas, y representan un elemento clave de la identidad de los pueblos originarios que allí habitan, como los tzotziles y los tzeltales. Cada comunidad de los Altos de Chiapas tiene su propio estilo de bordado y sus patrones reflejan la influencia del entorno. Se usan en la vestimenta tradicional como blusas, huipiles y faldas, pero también en artículos como servilletas, manteles, bolsas, mochilas y más. Los símbolos que se utilizan en estos bordados pueden representar historias, la naturaleza, la espiritualidad o simplemente la vida cotidiana; cada uno es especial y refleja la diversidad cultural de la región.
Con el objetivo firme de salvaguardar este patrimonio, han surgido cooperativas comprometidas con la confección y divulgación de estos textiles tradicionales. Entre ellas, destacan Mujeres Sembrando la Vida ( @ mujeres_sembrando_la_vida ) y Jolob Jlumal- tik, dos cooperativas lideradas por artesanas que no solo fomentan la conservación de la identidad cultural, sino que también empoderan económicamente a las mujeres en la región de los Altos de Chiapas.
Sarape de Saltillo
El sarape originario de Saltillo, Coahuila, se remonta a la época colonial y ejemplifica de manera magistral el sincretismo textil, ya que amalgama técnicas de tejido indígenas con aquellas traídas por los colonizadores españoles. Confeccionado en un telar de pedal, el sarape de Saltillo cobra vida a través de patrones y diseños geométricos en una paleta cromática brillante, donde destacan tonos como rojo, azul, amarillo y verde. A lo largo de los siglos, el sarape ha sido un atuendo festivo y cotidiano por igual. Aunque su uso diario ha disminuido en la contemporaneidad, sigue siendo un tesoro de valor artístico, al haberse convertido en un icono in- ternacional de la riqueza cultural mexicana.
La fascinación por el sarape es tal que ha servido de inspiración para algunos de los di- señadores más célebres en la moda contemporánea, ha estado presente en colecciones de firmas como Carolina Herrera, Junya Watanabe o Ralph Lauren, por mencionar solo a algunos. No obstante, el uso de este icónico textil ha suscitado un interesante debate sobre la apropiación cultural y los límites que deben establecerse para preservar este patrimonio regional de manera adecuada.