En la gastronomía, en los deportes, en el entretenimiento, en el arte o en la política, las mujeres la están rompiendo en todos los ámbitos y gracias a los referentes que inspiran con sus historias, hoy no hay un trabajo al que una niña no pueda aspirar cuando sea grande.
Mujeres chingonas: las que han llegado lejos y nos inspiran cada día

Jana Gutiérrez
Futbolista
Cuando Jana empieza a hablar de futbol sonríe y se emociona, no puede controlarlo. La pasión despertó en ella cuando era una niña e iba a los estadios a ver jugar a su papá, el ex futbolista Miguel “Jalisco” Gutiérrez. Desde entonces, supo que quería vivir del amor que le transmitía este deporte y que trabajaría duro para conseguirlo. Es por ello que uno de los momentos más felices de su vida fue el día que debutó como futbolista profesional, en febrero de 2018, justo un año después de la creación de la Liga MX Femenil, la primera liga de futbol femenil en nuestro país organizada por la Federación Mexicana de Futbol.

A pesar de ser una categoría relativamente joven, Jana está segura de que el futbol femenil se encuentra en su pico y se siente agradecida de que existan mejores salarios que en otros países en donde lleva más años. Aunque la brecha salarial frente a su contraparte masculina sigue siendo marcada, se mantiene positiva de que cada vez habrá más patrocinadores y clubes que apuesten por el futbol femenil para que este siga creciendo. Su consejo para quienes buscan perseguir el sueño de dedicarse al llamado “deporte más bonito del mundo”, es que lo disfruten, pues se nota en la cancha; que lo hagan con pasión y que nunca se olviden que llegar al club de sus amores es posible.

“Mi amor más grande es el futbol.”
Elena Reygadas
Chef
Convertirse en mamá cambió la perspectiva de Elena Reygadas sobre la alimentación en un sentido profundo. Aprendió que la cocina es, sobre todo, un acto de generosidad. Esta idea ha guiado su carrera y la ha llevado a consolidarse como una de las chefs más influyentes del mundo. Elena ha transformado la gastronomía desde una mirada sensible, sustentable y arraigada en la tradición. Su amor por la cocina nació en su infancia, aprendiendo el valor de los ingredientes y del ritual de cocinar para otros, cuando la comida se convertía en un pretexto para la convivencia.

Estudió literatura, pero encontró en la cocina su forma de narrar. Elena desafía la estandarización de la industria al defender una cocina basada en el respeto por el producto y el productor. Su relación con la materia prima va más allá de la selección de ingredientes de calidad: es una apuesta por preservar sabores ancestrales; colaborar con pequeños agricultores y promover un sistema alimentario sustentable. Su consejo para las nuevas generaciones es claro: construir una identidad requiere paciencia, estudio y autenticidad. Para ella, cocinar es un compromiso con la cultura, la naturaleza y la memoria.

La cocina es una disciplina de entrega total, y para sostenerse en el tiempo es importante tener una motivación más allá del reconocimiento.
Zélica García
Directora y fundadora de ZONA MACO
Zélika García es una de las figuras que más ha cambiado el mundo del arte en Latinoamérica. Desde pequeña, gracias a su abuela, descubrió el poder del arte cuando la acompañaba a exposiciones que despertaron su interés. Con el tiempo, su pasión se transformó en un compromiso: crear espacios donde los artistas pudieran conectarse con nuevas audiencias y el público, con el arte. Con esa visión, fundó ZONA MACO, la feria de arte más importante de Latinoamérica. Lo que comenzó hace 21 años como un sueño para impulsar el coleccionismo y dar visibilidad a galerías, hoy es un evento internacional con más de 80,000 visitantes al año.

Inspirada por Expo Arte en Guadalajara, supo que México necesitaba un espacio para fomentar el diálogo entre artistas, coleccionistas y curadores, y no dudó en crearlo. El camino no ha sido fácil. Convencer a galerías internacionales de apostar por una feria en México fue un reto. Su consejo para emprendedores y mujeres en el arte es claro: perseverancia, visión y escucha activa. Su primera experiencia organizando MUESTRA en Monterrey fue el punto de inflexión que le enseñó que apostar por las ideas propias por arriesgadas que parezcan, puede cambiarlo todo. Hoy, su proyecto sigue en expansión, demostrando que el arte es un motor de transformación y conexión global.
Cada obstáculo nos ha dado la oportunidad de innovar.
Rocío Vázquez
Fundadora de Eat Like a Local
Para Rocío, lo más importante al integrar a alguien a su equipo es que sean buenas personas y que les guste comer. Así es como desarrolló Eat Like a Local (ELAL), una empresa de tours de comida callejera que emplea únicamente a mujeres y les ofrece salarios por encima del promedio. Para Ro, dar independencia financiera a las mujeres que emplea es básico, pues ella misma vivió una situación de violencia doméstica de la que no pudo salir antes por falta de recursos económicos y se prometió que nadie que trabajara con ella pasaría por algo similar. Ro ha llevado su filosofía hasta los puestos de comida y mercados en donde trabaja, pagando precios más allá de lo justo e implementando programas de desarrollo humano para sus proveedores; aunque admite que no fue fácil ganarse su confianza al inicio, su meta siempre ha sido que todos los involucrados en ELAL tengan una vida más bonita y libre.

Su consejo para quienes quieren tener éxito en el turismo es atreverse a hacer las cosas diferente y comprometerse con un turismo sostenible donde el fin último no sea hacer dinero solo para ti sino que se distribuya entre más personas para tener un verdadero impacto positivo. Eat Like a Local ha ganado reconocimiento internacional como el mejor tour de street food de la Ciudad de México y no solo enaltece la escena culinaria chilanga sino a todos los que trabajan día con día para mantenerla viva y sabrosa.

Necesitamos hacer un turismo más responsable y menos dañino, un turismo que no sea rapaz, que respete y dignifique a las comunidades.
Sara Bareilles
Cantante, actriz, compositora de la música y letras de Waitress
Sara se recuerda a sí misma como la “niña rara” que sufrió bullying en la primaria y quien, al descubrir el teatro musical encontró un espacio para sentirse libre y aceptada. Años más tarde, su vida tomó un giro y se convirtió en artista musical. Pero en 2013 dejó atrás todo lo que conocía: su novio, Los Ángeles, su mánager y su banda, para mudarse a Nueva York. Ahí reconectó con el teatro musical cuando se le presentó la oportunidad de componer la música y las letras para el musical de Waitress, una historia de resistencia que aborda temas como la emancipación femenina, la violencia doméstica y la sororidad. Aunque no estaba viviendo la misma situación que la protagonista, podía sentirse identificada en la búsqueda de la felicidad y el empoderamiento personal, así fue como escribió “She Used To Be Mine”, que hoy se ha convertido en un himno de fortaleza.

Para Sara, Waitress se ha convertido en su proyecto más importante pues, incluso después de tantos años, sigue recibiendo comunicación de mujeres que agradecen a la obra por ayudarlas a salir de relaciones tóxicas o lugares en donde son menospreciadas. Bareilles está convencida de que el teatro musical es un lugar seguro para todos y, a través de su trabajo, ha buscado transmitir el mensaje de que siempre hay esperanza y, con el tiempo, todo cambia.

Aitza Terán
Actriz de teatro musical
No hay ciudades pequeñas para sueños grandes y en Ciudad Obregón, Sonora, Aitza descubrió su pasión por el teatro cuando vio Chicago a los 13 años en la feria del pueblo. Para perseguir el sueño de contar historias, cantar y bailar, estudió ópera, pues era lo más cercano que tenía al teatro musical. Cuando se mudó a Ciudad de México le fue difícil encontrar trabajo como actriz y empezó a cantar en bares sin nunca quitar el dedo del renglón.

Entonces llegó la audición que cambiaría su carrera y así consiguió el papel de Nala en el musical El rey León en 2016. Hoy, Aitza protagoniza la adaptación mexicana de Waitress en el papel de Jenna, que le ha enseñado sobre la importancia de la empatía y la resiliencia. Para ella, el mensaje que le gustaría dejar en el público de Waitress es el valor de reconocer cuando estás en una situación de vulnerabilidad y violencia, y de tomar el primer paso para salir de ahí, de pedir ayuda.
Siempre podemos voltear hacia las personas que nos aman y que están ahí para darnos una mano.