El pensamiento común es que si dejamos de comer carne, salvamos la vida de muchos animales a la vez que le hacemos un bien al planeta, pero eso no es necesariamente cierto.
Es verdad que para hacer una sola hamburguesa se usan de cuatro mil a 18 mil galones de agua y se producen toneladas de carbón, pero cambiar el consumo animal por vegetal no es la salvación ambiental que se suele pensar.
Un estudio publicado en Elementa, investigó las consecuencias de distintos tipos de dieta, desde aquellas en las que sólo se consumen vegetales, hasta otras en las que se comen huevos y distintos tipos de queso. El resultado demostró que, aunque una dieta vegetariana sí ayuda a mejorar el medio ambiente, una dieta en la que se consuman proteínas animales es lo más recomendable, ya que una dieta completamente vegetariana alimentaría un menor número de personas.
El estudio analizó 10 dietas diferentes, las cuales calificó con base en su eficiencia de cultivo. Los cálculos incluyen el tipo de alimentos cultivados, la sustentabilidad de la tierra de cultivo y el valor nutricional de los alimentos, lo que es necesario para saber qué cantidad de una dieta se necesita para alimentar a más gente.
Metodología
Las dietas se dividieron en tres grupos principales: consumo actual, sano omnívoro y vegetariano saludable, dentro de cada grupo se abrieron categorías adicionales, con porcentajes cada vez más pequeños de consumo de carne (en la categoría omnívora) y diferentes tipos de productos de origen animal (lácteos, huevos) en la categoría vegetariana. Además, a la dieta de consumo actual se le aumentó la ingesta de grasas reducidas y endulzantes, para mantener el equilibrio energético.
Y la dieta más saludable es...
De entre todas estas dietas, la más saludable según el estudio, en cuanto a sustentabilidad y número de personas que se pueden alimentar, es la dieta lacto- vegetariana, en segundo lugar, una dieta omnívora es lo más conveniente para el medio ambiente, mientras que una dieta vegana es la menos sustentable.
¿Cómo?
La razón por la que una dieta vegana es menos sustentable, es que se necesitan diferentes tierras para los distintos tipos de cultivo, y muchas tierras que no son aptas para ningún tipo de cultivo, pero sí lo son para pastoreo de animales, por lo tanto, en una dieta vegana se desperdiciaría mucha tierra.
En conclusión...
Al respecto, Christian Peters, uno de los autores del estudio, concluyó: “Sabemos que, de muchas maneras, el uso de la tierra puede tener impactos ecológicos graves como pérdida de biodiversidad; una competencia extrema e inequitativa para la tierra, el agua y la energía; y altas emisiones de gases de carbono, por lo que antes de proceder a convertir la tierra para otros usos que ayuden a desarrollar una política agrícola sólida, tenemos que entender el impacto del uso de la tierra, en los patrones de nuestras dietas ".