“Un día hablando con Fran Cancino me dijo que él me iba a hacer mi vestido de novia y le contesté ‘No me voy a casar’ ” recuerda Claudia Cándano. Un par de años más tarde, el 20 de enero de 2018 para ser exactos, le daba la razón a Cancino al dar el sí a Karim González y usando un vestido firmado por el diseñador.

El tercer sábado del año, Cladia Cándano, editora general de ELLE México y Karim González, director creativo, DJ y productor musical, celebraron su unión entre amigos y familiares. Si de algo estaban seguros los dos es que no querían una boda convencional y su decisión quedó plasmada desde la elección del lugar: Proyecto Público Prim.

“Es uno de los lugares más cool que conozco y cuando platiqué con Juan Carlos Campos de Lenom, que me ayudó con el concepto de la boda, Kay y yo supimos que ahí nos teníamos que casar”.

“La idea de la decoración es que fuera verde y no tuviera flores”. Así, en múltiples latas vintage de todos los tamaños Paola Cueli de Polen Flores, fue la encargada de llevar la tendencia del greenery en bodas a su máxima expresión.

Está de más admitir que el detalle más esperado de una boda es el vestido de novia y cuando se trata de la editora de una revista de moda, la expectativa resulta inherente a la noticia. Cuando Claudia decidió casarse, supo que Fran Cancino haría el look perfecto para ella. “Lo único que tenía claro era que quería que fueran pantalones”.

“Lo fui viendo poco a poco, pero el día que me lo entregaron me encantó y me sentí yo”. El resultado final fue un pantalón color marfil body de encaje. Para sorpresa de los invitados, la #EditoraEnTenis hizo su entrada del brazo de su papá llevando unos zapatos altos de No. 21 que compró en Gran Vía. Y aunque muchos nos preguntábamos en dónde estaban los tenis, la sorpresa aún estaría por llegar.

Para completar el look, Claudia llevó aretes de Gala is Love; una anillo en el dedo meñique que heredó de su abuela y que ella siempre llevaba en ese dedo; como tocado un accesorio de Mirit Weinstock de la tienda multimarca The Feathered; maquillaje por Ana G. De V y pelo por Gerardo Maldonado.

“Unos de mis mejores recuerdos son los speeches de nuestros amigos en la ceremonia que organizó mi hermana”.


Para el momento del primer baile, sonó un remix -hecho por el novio- de ‘Loco’ de León Larregui y ‘Something About Us’ de Daft Punk. Cuando los novios aparecieron al centro de la pista fue cuando la #BodaEnTenis se convirtió en tal pues ambos lucían sneakers blancos. “Sabía que no los iba a aguantar mucho tiempo (los zapatos altos) así que después use unos Converse todos blancos que me regaló Reclu”.


Cuando llegó la hora del baile padre e hija la emotividad se transformó en energía mientras sonaba ‘Ain’t No Mountain High Enough’ y marcó el precedente de lo que se convertiría en una velada de excelente música, cariño y mucho, mucho baile.


Por supuesto, el ramo fue otro de los eventos más esperados de la noche.


Además de un exquisito banquete al centro servido por Le Croissants, los invitados disfrutaron de una mesa de quesos montada por Tutto Dolce y una barra de scones de La Lorena. La tornamesa también tenía que tener el sello poco convencional de los novios y la elección fueron mini tortas y malteadas de L’encanto de Lola.


“Me sentía muy, muy feliz, no podía dejar de sonreír. Aunque pensé que iba a estar estresada pensando que todo saliera bien, la verdad no me estresé y me divertí muchísimo” dice Claudia Cándano sobre su boda.
