Greta Gerwig demostró su talento como guionista y cineasta desde que escribió la comedia Frances Haa (2016), junto con Noah Baumbach. Después llegó su debut directorial con Lady Bird (2017) para contarnos la historia —autobiográfica— de una joven artista que lucha por crear su propio camino en el mundo, al tiempo que ve sus sueños en riesgo por la situación económica de su familia, la cual adora a pesar de sus diferencias. Con ese tipo de dificultades que vivió, no hay director más indicado que Gerwig para adaptar y dirigir Little Women, novela de Louisa May Alcott, escrita hace más de 150 años, que no se aleja de los temas personales que la directora ha reflejado en su obra. Después de ver esta adaptación de Little Women, confirmamos la incongruencia de la Academia al ignorar a Greta Gerwig para la categoría de Mejor Director. Si la película protagonizada por Saoirse Ronan tiene siete nominaciones para los premios Oscar , entre ellas Mejor Guión Adaptado y Mejor Película, categorías directamente relacionadas con el autor de la obra, ¿por qué no reconocer el trabajo de Greta? Más allá de simplemente adaptar la novela clásica al cine, la directora moldeó la novela clásica para presentar el nacimiento de una novelista: Louisa May Alcott a través de su personaje, Jo March. Aquí cinco razones por las que Greta Gerwig merece la nominación como Mejor Director —categoría donde sólo hay hombres— en la próxima ceremonia de los Oscars.
Las decisiones de Jo March
Cortesía , es una de las frases más extraordinarias de Saoirse Ronan encarnando a Jo. Con el espíritu libre de esta integrante de la familia March, Gerwig cuenta la historia en su propia forma. Da saltos en el tiempo para enlazar la relación entre la presente lucha de Jo por ser una escritora en Nueva York —mientras trabaja como maestra para mantenerse—, y los recuerdos de su infancia para señalar las decisiones que tomó en esa época, como rechazar el matrimonio con Laurie (Timothée Chalamet) y buscar independencia financiera para apoyar a sus hermanas. Elecciones que posteriormente la llevaron a realizarse como autora.
Homenaje a Louisa May Alcott
Cortesía En esta adaptación, la verdadera heroína no es Jo March, sino la autora Louisa May Alcott, quien rechazó las convenciones de la época y no se casó, sino se dedicó a su exitosa carrera como escritora. A través de Jo, l, lidiando con las imposiciones de las épocas para contar las vivencias femeninas desde la perspectiva femenina, no desde la masculina como le exige el editor al personaje de Ronan. Al final, Greta muestra que Jo tiene que sacrificar a su heroína, tal como Alcott tuvo que hacer al momento de publicar Mujercitas. Algo que no está muy alejado de la situación actual en el cine, donde los estudios prefieren que hombres dirijan las películas sobre las problemáticas que sufren directamente las mujeres. Y si dirigen, no reciben el reconocimiento.
La lucha femenina
Cortesía Así como Greta muestra la independencia profesional de nuestra heroína Jo, es empática con quienes eligen el matrimonio y la formación de una familia como forma de vida. Esto con el retrato de la hermana mayor, Meg, interpretada por Emma Watson. Otra de las grandes lecciones que tiene esta versión de , es el discurso que Amy March, la pintora de la familia, expresa a Laurie para hacerle ver que en esa época, el matrimonio es una transacción económica, pues las mujeres no tienen un salario justo para mantenerse y si tienen una herencia, al casarse, ésta automáticamente pasaría a ser propiedad del esposo, al igual que los hijos que surjan de ese matrimonio. Un recordatorio de que en pleno 2020, la brecha salarial es una cuesta a superar para las mujeres en todas las industrias.
Las hermanas March
Cortesía Otro de los aspectos que refrescan tanto esta versión de , a diferencia de la versión de 1994, es que en la entrada, Greta nos presenta a Meg, Jo, Amy y Beth March como individuos, y no como un conglomerado de hermanas. Cada una resalta por sus cualidades y personalidad, para mostrarnos la dinámica familiar en la que se desarrollan y las razones por las que eligen ciertos caminos. Sobre todo, la interpretación de Florence Pugh como Amy March da mucha fuerza y tonos a esta historia, pues antes, Amy podía verse simplemente como la hermana egoísta, y ahora es una mujer con ambición. por su parte, Beth también es una artista por sí misma con su talento para tocar el piano. Greta retrata a estas hermanas en escalas de grises.
Nuestra verdadera heroína
Cortesía , expresó Greta Gerwig. Tal vez por ello la directora fue tan insistente en crear un final donde Jo March no cede ante el matrimonio con el Profesor Bhaer, y protege los derechos de su libro, pues esa es la forma en vivió Alcott y lo que tuvo que defender para mantener a su familia con las ganancias de su obra Mujercitas. Con este homenaje de Greta Gerwig, hoy más que nunca debemos conservar firmes nuestras convicciones para que las normas no derriben nuestras ambiciones y para que las vivencias femeninas, cada vez tengan mejor representación en el cine.