La relación entre la moda y el arte siempre ha sido (y será) objeto de debate; que si la moda es arte, que si el arte es moda. Es como el huevo y la gallina, un cuento de nunca acabar. Lo que sí es seguro, es que los creativos siempre acuden al arte como fuente de inspiración, y son los mismos diseñadores de moda quienes se han convertido por derecho propio en grandes coleccionistas particulares de arte de todo tipo.
Este fenómeno no es nuevo, pues los diseñadores siempre se han codeado con artistas de su época, como Dior con Cocteau o Schiaparelli con Dalí ; pero destaca la historia de una de las obras maestras del arte moderno: Les Demoiselles d'Avignon (1907). Esta gran obra de Picasso, que hoy se encuentra en el MoMA, proviene de la colección del diseñador Jacques Doucet , quien la adquirió directamente del artista.