Sabemos que Ocean's 8 trata de ocho mujeres que roban la Met Gala, pero olvidemos la película, Anne Hathaway estuvo involucrada en un escándalo de estafa. En 2008, el ex novio de Hathaway, Rafaello Follieri se declaró culpable de 14 delitos de fraude electrónico, conspiración y lavado de dinero. Se dice que la actriz no tenía conocimiento de esto, pero sin darse cuenta quedó atrapada en uno de los fraudes más sonados de la ciudad de Nueva York, que de hecho no sólo la involucró a ella, sino también a Clinton, Trump y John McCain.
Follieri se mudó a Nueva York en 2003, cuando tenía 25 años. Poco después, fundó el Grupo Follieri, una empresa cuyo objetivo aparente era apoyar a la Iglesia Católica en temas inmobiliarios. Follieri consiguió varios inversionistas, mintiendo que tenía una conexión cercana con el Vaticano. Incluso, para engañar más, mandó a a hacer un altar en su oficina y puso a una monja como recepcionista, entre otras cosas.
Y seguía su suerte, porque además empezó como ya decíamos anteriormente a tener una relación con Anne Hathaway que en ese tiempo estaba perdidamente enamorada de Rafaello. De hecho, en una entrevista a Vanity Fair dijo que había sido amor a primera vista y que él era tan guapo que parecía "Dios".
Getty Images El ex de Anne se supo mover por el mundo de los negocios, pues conoció también a Carlos Slim y Ron Burkle, socio de los Clinton, que fue quien aplicó una demanda en su contra en 2007 por malversar los fondos. Hathaway lo dejó 10 días después y Rafaello fue encontrado por el FBI en un departamento que él le regaló a sus padres en Trump Tower. Aunque por supuesto, Trump criticó a Anne, lo cierto es que nada comprueba que ella sea una estafadora, pero sin duda vivió un crimen de cerca, cosa que va más allá de la ficción.
A lo único que fue obligada la actriz fue a entregar miles de dólares en joyas que Follieri le había dado. La buena noticia es que la intérprete dejó todo atrás y ahora está felizmente casada con Adam Shulman.