La grabación de la película de Barbie tuvo muchos detalles divertidos; desde una pijamada para todas las actrices antes de comenzar la producción, hasta un chat grupal para todos los Barbies y Kens. Sin embargo, parece que no todo eran risas; ya que, dentro del set existía una regla infalible: usar rosa al estilo barbiecore por lo menos una vez a la semana y, quien no cumpliera, tenía que pagar una multa a la protagonista de la cinta, Margot Robbie.
Era una regla vestir de rosa una vez a la semana en el set de Barbie
El pasado 09 de julio, durante su entrevista con People, el actor que le da vida a Ken en la cinta de Greta Gerwig, Ryan Gosling, compartió algunos interesantes detalles sobre el código de vestimenta dentro del set de grabación y, al puro estilo de Mean Girls, afirmó que era una regla para el elenco utilizar ropa color rosa un día a la semana.
Aunque, de por sí, la idea de un dresscode al estilo barbiecore ya suena lo suficientemente divertido, también reveló que todo fue idea de la propia Margot Robbie; y que, si por alguna razón no cumplías con la norma de vestuario, el castigo era pagar una multa.
"Margot tenía este día rosa una vez a la semana, donde todos tenían que usar algo rosa. Y si no lo hacías, te multaban", mencionó el actor de 42 años. ¡Pero eso no es todo! Lo más entrañable es que cada una de las multas fueron donadas por Robbie a una organización benéfica: "Iba recogiendo las multas y las donaba a la caridad", dijo Gosling.
Como era de esperarse, este interesante código de vestimenta creo un ambiente mucho más divertido en el set y, de acuerdo con el actor, "lo que fue realmente especial fue lo emocionados que estaban los miembros masculinos del equipo".
"Al final de la película, todos se juntaron y, con su propio dinero, hicieron camisetas rosas con flecos de arcoíris", agrega Gosling. "Era esta oportunidad para que mostraran su respeto y admiración por lo que Margot y [la directora] Greta [Gerwig] estaban creando", continúa.
"Era casi como esa escena al final de El club de los poetas muertos, donde todos se suben a su escritorio y dicen: '¡Oh, capitán! ¡Mi capitán!'" ¡Qué increíble!