El funeral de estado en honor a la reina Isabel II comenzó el lunes 19 de septiembre en la Abadía de Westminster en Londres. El ataúd de la monarca estaba cubierto por el Estandarte Real y encima estaba colocada la Corona del Estado Imperial, el orbe y el cetro, así como un arreglo de flores que fue elegido meticulosamente por el Rey Carlos III.

Para rendirle tributo al gran amor entre la reina Isabel y su esposo, el príncipe Felipe, el rey Carlos eligió una corona de flores que incluía flores y follaje recién cortado de los jardines del Palacio de Buckingham, Clarence House y Highgrove House, pero especialmente incluía romero y mirto, símbolos de un matrimonio feliz, que además fueron cortados de una planta que se cultivó a partir de una ramita de mirto del ramo de bodas de la reina en 1947.
