CA: En “Lo que me gustaría que supieras de: ser no-binario” de Netflix hablaste sobre amar a un alma y no a un cuerpo. ¿Cómo llegaste a ese concepto sobre el amor siendo tan joven?
LW: Llegué gracias al gran amor que me tengo. Porque valoro mi alma muy por encima de cómo valoro mi cuerpo. El alma es lo que se debe cuidar y mirar, se debe priorizar. El cuerpo viene después, el cuerpo es solo carne... es lo que nos ayuda a desplazarnos en el mundo y tiene su propio peso, por supuesto, pero en última instancia, primero se debe ensalzar el alma. Cuando me di cuenta de eso, fue muy fácil darles a los demás el mismo espacio para ser frágiles y vulnerables, de simplemente ser humanos y equivocarse; es el espacio que me di a mí misme para ser todas esas cosas. También me cansé de las etiquetas, porque no es así cómo me veo a mí misme, y me amo demasiado para meterme en esa pequeña y tonta caja. Es recuperar esa libertad para amar a quien quiera sin que se convierta en un juicio o un cuestionamiento.

CA: ¿Podemos hablar sobre tu doble mastectomía? ¿Por qué fue importante realizar esa cirugía?
LW: Para mí fue una afirmación porque, ¿quién los necesita? Para mí, no era diferente de un tatuaje. Quiero decir, ¿por qué nos dan cuerpos si no se nos permite hacer lo que queramos con ellos? Nunca me sentí bonite por tener esas partes femeninas. Nunca sentí que deshacerme de mi pecho me quitaría algo, al contrario, me dio esta libertad que siempre había querido y que luego me daría esta sensación de validación. Esa fue la parte más importante, realmente nunca fue una disyuntiva, en todo caso pensaba, “yo no elegí tener esto entonces, ¿por qué no puedo quitármelos?”. No solo fue un cambio de vida, me salvó la vida; fue como reclamar mi poder. Estaba cambiando mi nombre, cambiando la forma en que me veían, las percepciones que todos tenían de mí. ¡Y estaba muy feliz! La primera vez que me puse una camiseta a rayas y vi que las rayas quedaban planas, ¡lloré! Porque lo sabía, una parte de mí decía: “esto es lo que necesitaba para sentirme yo”.
